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Desmayos, gritos y rostros ojipláticos fueron el resultado que obtuvieron los hermanos Lumière cuando proyectaron la primera película de la historia. Ese tren llegando a la estación de Ciotat fue el inicio del que hoy conocemos como séptimo arte. Y es que lo de Francia con la industria del celuloide es una longeva y bella historia de amor que ha proporcionado a la humanidad un patrimonio inigualable.

El cine es una gran manera de promocionar la cultura de un país y llegamos a conocer el mundo a través de él. Bajo esta premisa, en 1994, la Alianza Francesa lanzó la primera edición del Festival de Cine Francés. Veinticuatro años después ya es uno de los eventos más consolidados de la agenda cultural de Málaga. Pero el Festival no se limita al país galo, sino que supone un impulso de la cinematografía proveniente de numerosos países francófonos que tienen mucho que ofrecer a los espectadores. La mayoría de estas películas no llegan al circuito comercial ni a grandes salas, por eso es tan estimulante poder descubrir obras de cineastas de países como Bélgica, Luxemburgo o Líbano en un edificio tan emblemático en la ciudad como es el Albéniz.

Tras 24 ediciones, el Festival de Cine Francés y Francófono ya es uno de los eventos culturales más consolidados en Málaga.

A lo largo de estas dos décadas y media han pasado por el Festival numerosas personalidades como Isabel Coixet, Julie Gayet, Kamal Redouani, Farouk Atig, Ahmed Deeb, Daniel Cohen, entre otras. Además, con el tiempo las propuestas se han ido ampliando; puliendo los detalles y mimando el proyecto. En 2010, el año de la 16ª edición, se creó el Premio del Público. Desde ese momento los asistentes pasaron a ser una parte mucho más activa de la dinámica del Festival pudiendo votar por la mejor película. Un año después la propuesta se llevó un paso más allá y se invitó a los espectadores de las sesiones de noche a valorar cada película de la programación.

En esa edición, la 17ª, se proyectaron cintas como Tous les soleils del prestigioso director y literato Philippe Claudel; Intouchables, el éxito internacional de Eric Toledano y Olivier Nakache, o el deslumbrante documental Océans de Jacques Perrin y Jacques Cluzaud. Pero además se homenajeó el nacimiento de Georges Melies con la proyección inédita en Málaga de El cine concierto. Los homenajes, de hecho, se sucedieron a lo largo de las siguientes ediciones y son ya un elemento clave de la programación. Por ejemplo, en la edición 18ª, con Victoria Abril como madrina del Festival, se proyectó Farenheit 451 para recordar al escritor estadounidense Ray Bradbury.

Los homenajes, edición tras edición, resultan un elemento clave de la programación del Festival

Sin embargo, fue la edición de 2016 la que marcó la diferencia al contar con mayor presencia de celebridades del panorama cinematográfico y cultural galo y español. Además se inició la colaboración con el prestigioso Festival del Film Francófono de Angulema, lo que supuso un salto de calidad en el material. Entre las películas proyectadas ese año se encontraban la celebrada comedia Il a dèjá tes yeux de Lucien Jean Baptiste, quien asistió al Festival junto a la actriz principal Aïssa Maïga, y el preestreno del documental Cinèast(e)s codirigido por Julie Gayet y Mathieu Busson. La experiencia de la 22ª edición se enriqueció, además, con la exposición del fotógrafo Tony Frank sobre el artista Serge Gainsbourg y las mesas redondas que tuvieron lugar en La Térmica con Kamal Redouani, que presentó el documental Daesh, el origen del terror; y los periodistas Farouk Atig y Ahmed Deeb hablando sobre la película Siria, los niños de la guerra.

Ya se sabe que la unión hace la fuerza y por eso en la edición de 2017, la 23ª, la Alianza Francesa multiplicó los ejes del Festival iniciando la colaboración con instituciones municipales y provinciales de la ciudad. Diputación, el Centro Pompidou, el Contenedor Cultural de la UMA, la Térmica o el centro cultural María Victoria Atencia han supuesto un apoyo esencial para ampliar el contenido de la programación del Festival y conseguir llegar a más público. Esta edición, además, batió records presentando una veintena de preestrenos nacionales. Entre ellos se encontraban la comedia Rock’n roll del director Guillaume Canet, filme protagonizado por Marion Cotillard, Noces de Stephan Streker o Petit Paysan de Hubert Charuel. La sección Documental destacó por la película Visages Villages de Agnés Varda y el artista JR. Paralelamente, a modo de tributo, se proyectaron dos películas protagonizadas por la eterna Jeanne Moreau. Desde sus inicios, el Festival ofrece sesiones matinales dirigidas al público más joven y en 2017 más de 9000 escolares de toda Andalucía pudieron disfrutar de títulos como Les Malheurs de Sophie de Christophe Honoré o la comedia Chocolat de Roschdy Zem.

Cada edición del Festival es una oportunidad preciosa para acercarnos un poco más a la cultura francófona, tan amplia y tan compleja, y explorar todos sus acentos. Es una oportunidad para disfrutar del cine sintiéndonos parte de un proyecto que abarca el trabajo y la ilusión de muchas personas por llenar las salas y transmitir historias. Porque, al fin y al cabo, es el público quien hace grandes a las películas.