Emmanuelle Slomianowski

Nací en el norte de Francia, y cuando digo norte de Francia no es Paris. ¿Conocéis la película “Bienvenue chez les Ch’tis”? ¡Pues allí! En el Norte de verdad (bueno… cerca de Lille en realidad). Aunque no haga muy buen tiempo (no os voy a engañar), me encanta mi región. Hay mil cosas que ver, que hacer y mil platos que probar. Solo para probar un buen trozo de queso Maroilles se debería viajar al Nord Pas-de-Calais. La gente es muy acogedora, muy llana y compensa, desde luego, el mal tiempo que puede hacer.

Estaréis pensando que me vine a Málaga por el sol. ¡Pues no! O mejor dicho: no solo. Estudié filología hispánica porque mi profesora de español del instituto me había transmitido su pasión por España. Y con 21 años, pensé: “si quiero saber más sobre la lengua y la cultura española, tengo que vivir allí”. Mandé currículos por toda la península y un centro educativo de Málaga me dio una oportunidad. La responsable del departamento de francés era Ch’ti como yo y me propuso hacer mis primeras prácticas como profesora. Me vine para 1 mes y aquí llevo ¡10 años! Muchas veces me acuerdo de ella: me cambió la vida. Mientras terminaba el máster de FLE, hice prácticas en varios centros educativos y en la Alianza Francesa.

Aquí, empecé animando talleres de cultura y lengua, seguí dando clases de varios niveles. Hoy ya no doy clases porque me encargo de la pedagogía y de los exámenes. También soy examinadora-correctora del DELF y del DALF y formadora de examinadores-correctores. Tantas cosas que ya no tengo tiempo para las clases pero cada vez que puedo, vuelvo a las aulas. Creo que la enseñanza es una pasión. En fin… cuando lo pienso, parece que llegué a Málaga ayer. Será porque me siento ya un poco malagueña (aunque mi acento todavía me traicione).