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Historia del Tour de Francia: una carrera de leyenda

La 110.ª edición del Tour de Francia es una carrera de ciclismo en ruta por etapas que se está desarrollando entre el 1 y el 23 de julio de 2023 con inicio en Bilbao en España y final en París en Francia. Hoy nos adentramos en su historia y en sus anécdotas.

 

Los orígenes del Tour de Francia

Para descubrir los orígenes del Tour de Francia, tenemos que hacer un viaje en el tiempo. Es el 1 de julio de 1903 y, a la entrada del Café au Revel Matin de París, 60 hombres se alinean con sus bicicletas. No lo sabían, pero participaban en la primera edición de una carrera que se convertiría en una leyenda del deporte.

En Francia existía una feroz competencia entre Le Vélo, Le Vélocipède Illustré y Le Petit Journal. Todos querían organizar competiciones ciclistas para aumentar su número de lectores. La estrategia era sencilla: organizamos una carrera y somos los únicos que podemos contarla y explicarla al público a través de nuestra publicación. Todas estas carreras ciclistas eran muy difíciles: las carreteras no eran más que pistas de tierra y las bicicletas generalmente utilizaban llantas de madera y no tenían repuestos. Sólo duraban un día.

Pero los orígenes del Tour de Francia se remontan a un conflicto social y político conocido como el «affaire Dreyfus«. Este asunto dividió por completo al país galo y provocó una de las grandes crisis nacionales de finales del siglo XIX.

¿Quién inventó el Tour de Francia?

El Tour de Francia fue creado o inventado por Géo Lefèvre, un periodista francés empleado del diario deportivo Le Vélo que, acostumbrado a cubrir carreras ciclistas, sugirió a su director, Desgrange, que organizara la carrera más difícil imaginable. El circuito de 2.500 kilómetros pasaría por ciudades como Burdeos, Nantes, Toulouse, Marsella y Lyon, y terminaría donde empezó: París. A pesar de la idea de dar días de descanso a los corredores, Desgrange y Lefèvre querían que la carrera fuera épica y difícil. Sólo la primera etapa, entre París y Lyon, tenía 471 kilómetros.

Además, los organizadores garantizaron 5 francos diarios a los 50 primeros ciclistas que se inscribieran para pagar sus gastos. El premio para el ganador aumentó a 20.000 francos. Estos cambios provocaron un aumento considerable del número de participantes. En cinco semanas, el número de participantes pasó de 15 a 60. Desgrange ya tenía su primer pelotón listo para competir.

 

Primer Tour de Francia

El primer Tour de Francia comenzó el 1 de julio de 1903, cuando 60 ciclistas de Francia, Bélgica, Suiza, Alemania e Italia se reunieron en París para participar en la primera edición del Tour de Francia. Después de tres semanas, el primer ganador de la historia del Tour de Francia fue Maurice Garin (1871-1957).

Durante la Segunda Guerra Mundial, L’Auto tuvo que cerrar sus puertas, pero al final del conflicto se restableció y volvió a los quioscos con un nuevo nombre: L’Equipe. Y así, un conflicto político puso fin a la creación de la mayor carrera ciclista del mundo y uno de los mayores acontecimientos deportivos de la actualidad, así como de uno de los medios de comunicación deportivos más influyentes del mundo.

Curiosamente, en la década de 1950, los entusiastas del Tour de Francia realizaron una exitosa reconstrucción de la primera edición de la carrera.

Pasado y presente del Tour de Francia

Desde 1903, el Tour de Francia ha puesto a prueba los límites del hombre y la máquina. Pero las cosas han cambiado mucho desde los primeros días del Tour: de ser una atracción esencialmente nacional, se ha convertido en el mayor acontecimiento deportivo anual de varios días del mundo, atrayendo a miles de millones de aficionados de todo el planeta. Las cosas también son muy diferentes en la carretera: más seguras, más profesionales y un poco menos salvajes. Acompáñenos en un viaje al pasado para saber más.

El Tour de 2022 recorrió 3.328 kilómetros en 21 etapas. Participaron 22 equipos profesionales, cada uno con ocho corredores. En 2022, el líder de la clasificación general recibía 500.000 euros. En la última etapa, su margen de victoria no será probablemente superior a un puñado de minutos como máximo. El Tour de Francia es seguido por unos 10 a 12 millones de telespectadores en casa y por más de dos mil millones en todo el mundo.

El ganador de la edición de 2022 es el danés Jonas Vingegaard, del Jumbo-Visma, que logró imponerse al campeón de las dos ediciones anteriores, el esloveno Tadej Pogačar, del UAE Emirates, que terminó segundo. El podio lo completó el británico Geraint Thomas, del INEOS Grenadiers.

En España, el Tour de Francia es seguido por muchos aficionados, entre otras cosas gracias a Miguel Induráin (Villava, Navarra, 16 de julio de 1964), ciclista español que ganó el Tour de Francia durante cinco años consecutivos (de 1991 a 1995), la única persona que lo ha ganado de forma consecutiva.

 

El Tour de Francia femenino

La historia del Tour de Francia femenino se remonta a 1955, cuando se celebró la primera edición, pero no se repitió hasta 1984, cuando empezó a correr en paralelo con el Tour masculino, compartiendo las ganadoras de ambas pruebas el podio final en París.

A principios de la década de 1990, cuando el Tour empezó a perder interés, una organización paralela comenzó a organizar la Grande Boucle, que coincidió con el Tour durante dos años y luego lo sucedió hasta 2009, cuando el ciclismo femenino se vio privado de la mayor carrera ciclista del mundo.

Sin embargo, la lucha de muchas ciclistas con Marianne Vos a la cabeza permitió a la organización del Tour recuperar la carrera femenina en 2014, pero en forma de clásica de un día. Este formato duró hasta 2021, antes de volver al formato de carrera por etapas el año pasado.

Para 2022 y tras el éxito de La Course by Le Tour de France organizada entre 2014 y 2021 con el telón de fondo de una etapa del Tour de Francia, Amaury Sport Organisation ha decidido relanzar el Tour de Francia Femenino. La primera edición tuvo lugar en 2022 y constó de 8 etapas con salida en París, en los Campos Elíseos, el día de la llegada del Tour de Francia 2022, y llegada en La Planche des Belles Filles con victoria de la ciclista holandesa Annemiek van Vleuten.

 

Una serie de verano para descubrir todo sobre el Tour de Francia

Netflix presenta ‘Tour de Francia: En el corazón del pelotón’, el documental que retrata la última edición de la Grande Boucle desde la intimidad de los equipos. La serie consta de 8 capítulos de 42 minutos cada uno, en los que se muestran las tribulaciones de 8 equipos y se dedica tiempo a las hazañas de Van Aert, la sorprendente actuación de Pidcock y la victoria final de Vingegaard.

La serie se divide en 8 episodios de unos 42 minutos de duración media. En general, los episodios seguirán la narrativa habitual en este tipo de productos, mostrarán lo que ocurre entre bastidores en el Tour de Francia e incluirán también entrevistas exclusivas.

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Traboules: los secretos de la otra Lyon

En Lyon, una ciudad con más de dos mil años de historia, se utiliza una palabra única en francés: «traboule».

El diccionario Le petit Robert define esta palabra regional como passage étroit qui traverse un pâté de maisons, des cours d’immeubles (pasaje estrecho que atraviesa bloques de pisos o patios). El verbo «trabouler» también se utiliza para atravesar laberintos.

Lyon es una ciudad llena de pasadizos ocultos y atajos: puedes abrir una puerta en una calle cualquiera, pasar a través de los patios y escaleras de edificios privados y acabar apareciendo en cualquier otra parte. Algunos se encuentran abiertos al público e incluso señalizados a la entrada de ciertos edificios, pero lo más normal —y donde además radica gran parte del encanto— es no saber si detrás de cualquier puerta habrá oculto un «traboule», o si podrás acceder a él.

 

Los primeros «traboules» tal y como se conocen hasta hoy día fueron construidos en el siglo XV, pero la historia de estos pasadizos se remonta hasta el siglo IV como una forma rápida para llegar al río Saona y que los comerciantes llevaran sus productos en barco y el resto de habitantes pudieran recoger agua, un recurso de difícil acceso por la escasez de pozos de la época.

Una de las áreas más grandes inscritas por la UNESCO como Patrimonio Mundial de la Humanidad es el centro histórico de Lyon con sus más de cuatrocientas hectáreas, y es ahí, en los barrios antiguos, donde podremos encontrar la mayoría de los cientos —se desconoce la cifra exacta— de «traboules» que pueblan esta ciudad. Los más icónicos se encuentran en los tres principales distritos: el Vieux Lyon, la Croix Rousse y la Presqu’île.

Los «traboules» tuvieron un importante papel para los lioneses durante la ocupación nazi de la ciudad en plena II Guerra Mundial. La Gestapo perseguía a los sospechosos de pertenecer a la Resistencia hasta sus casas con el objetivo de capturarles y torturarles, pero los pasadizos entre los edificios ofrecían una vía de escape que sólo conocían los propios habitantes. Estos pasadizos, tejidos a lo largo de siglos de historia, son las arterias de una ciudad única que salvó vidas.

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Beaujolais: un vino, una región y una celebración francesa

Hoy se celebra un día destacado en las festividades de la cultura francesa. La fiesta del Beaujolais Nouveau tiene lugar, como cada año, el tercer jueves de noviembre.

El ‘beaujolais nouveau’ es un vino tinto francés joven afrutado y fresco, que se cosecha y está presente en todas las bodegas francesas. Se realiza con uvas gamay y se produce en la región de Beaujolais, en Francia. Su particularidad, además de su historia y las celebraciones que históricamente origina, se encuentra en que según el año tiene toques de plátano, frutos rojos o avellana en su característico sabor, fermentado pocas semanas antes de su consumo.

Tras el año anterior en el que la pandemia dificultó el desarrollo de la cosecha, y, sobre todo, de la celebración, hay un sentimiento de esperanza y ganas de celebrar en la región, explicaba a Euronews Alain Laforest, presidente del dominio vitícola «Les Sarmentelles», organizador del evento.

Y es que hoy es un día en el que las calles de baile se llenan de música hasta altas horas de la madrugada para celebrar este vino joven, sin crianza o envejecimiento, listo para su consumo tras pocos meses después de la vendimia. La fiesta se celebra desde 1951.

Esta celebración, además, trasciende la frontera gala. Cada año se producen más de 20 millones de botellas de Beaujolais que viajan a un centenar de países de todo el mundo, con Estados Unidos y Japón a la cabeza. Cuando se acerca la noche en la plaza del pueblo un golpe seco es la señal para que todo el mundo pueda por fin degustar tan esperado vino.

¿Es el beaujolais un vino? ¿O una región de Francia? ¿O una denominación de origen?

Todas son correctas.

El vino

La región de Beaujolais se dedica de forma continuada a la producción de vino. El viñedo de Beaujolais cuenta con 12 denominaciones principales, agrupadas de menor a mayor calidad de la siguiente forma: Beaujolais Nouveau (los vinos más jóvenes), Beaujolais, Beaujolais Supérieur y Beaujolais-Villages (los vinos tradicionales) y los Grands Crus (los de mayor calidad y que son 10 en total, mayoritariamente referidos a pueblos, más que a viñedos individuales: Saint Amour; Juliénas; Chénas; Moulin-à-Vent; Fleurie; Chiroubles; Morgon; Régnier; Brouilly; Côtes de Brouilly).

Es un vino tinto muy frutado, fresco, muy poco alcohólico, color rosa púrpura, con aroma a frutas muy marcado como ésteres de banana o pera que se bebe a las pocas semanas de su elaboración (6 a 8 semanas) con 100% de uvas Gamay, la cual posee una piel muy fina y muy baja cantidad de taninos. Es de maduración temprana y de alto rendimiento. Por ley la cosecha debe ser realizada a mano ya que se utiliza una variante local del proceso de maceración carbónica llamada método Beaujolais en la que la fermentación se realiza con el grano de uva entero en una atmósfera de dióxido de carbono. Esto otorga vinos más frescos, más frutados con menos extracción de taninos de la piel.

Estos vinos se aconsejan para acompañar carnes asadas, ensaladas, pastas y van muy bien con quesos. Es mejor beberlos bien fríos, por ser un vino ligero, con una temperatura ideal de 12°. En este caso, los vinos son más cotizados cuanto más jóvenes, ya que además no se pueden consumir después de un año. Comienzan a declinar su precio a medida que se acercan a los 12 meses, con excepciones de algunos vinos que pueden llegar a los 2 o 3 años.

 

Historia y origen

Este vino tiene la particularidad «comercial» de ser lanzado al mercado el tercer jueves de noviembre, denominado «El día del Beaujolais Nouveau. Esta celebración se practica desde hace más de 60 años. Antes de 1950, el estado francés prohibía la venta de los vinos con denominación de origen antes del 15 de diciembre, pero un decreto oficial puso fin a esta situación y a partir de 1985 se fijó la comercialización del nuevo Beaujolais el tercer jueves de noviembre, a medianoche, hora local. A partir de entonces se tornó rápidamente popular, sobre todo en la región de Lyon.

El eslogan tradicional, incluso en países de habla inglesa, era “Le Beaujolais nouveau est arrivé El éxito comercial del Beaujolais nouveau llevó al desarrollo de otros vinos «primeur» (el primero) en otras partes de Francia, como la DOC Gaillac cerca de Toulouse. Estos vinos también se ponen a la venta típicamente el tercer jueves de noviembre, como el Beaujolais nouveau. La práctica se ha extendido a otros países productores como Italia («vino novello«) y España. En Chile durante dos siglos ha existido un vino tradicional conocido como vino pipeño, de corta fermentación en grandes fudres (toneles) de madera Raulí, que actualmente está siendo retomado por chilenos y franceses.

Actualmente existe la Ruta del Beaujolais que recorre las 12 denominaciones de origen. Ruta que va desde las puertas de la región vecina de Borgoña hasta las puertas de Lyon.

En los 140 km de la Ruta de los Vinos de Beaujolais, se recorren 36 localidades, llegando a conocer 10 grandes  Crus :Brouilly, Chénas, Chiroubles, Côte-de-Brouilly, Fleurie, Juliénas, Morgon, Moulin-à-Vent, Régnié, Saint-Amour. Aquí se pueden degustar ejemplares de Beaujolais, más complejos: los Cru o Gran Cru de Moulin-à-Vent y Fleurie, del viñedo Domaine du Vissoux, el atractivo y floral Côte de Brouilly, de Jean-Paul Brun, o los poderosos y estructurados Morgons, de Louis-Claude Desvignes, los cuales se diferencian bien de otros ejemplares más ligeros. Y estos sí  pueden guardarse por más tiempo.

El alcohol debe consumirse exclusivamente por mayores de 18 años, y con moderación y responsabilidad.

 

 

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