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Entrevista a Émilien Buffard: «Mi trabajo busca visibilizar la fuerza del activismo local»

Hace un mes que se inauguró en la Alianza Francesa de Málaga la exposición ‘Sport Friendly: ¡La cancha de la diversidad!’, que celebra el deporte de forma inclusiva y diversa. Está realizada por el artista francés Émilien Buffard, y recoge distintas manifestaciones de la diversidad con retratos de 16 países distintos.

Esta producción fotográfica colaborativa se inició en 2022 en Argentina y continúa hoy en el panorama internacional para promover el deporte inclusivo, poniendo luz sobre agrupaciones deportivas inclusivas que buscan redefinir los valores clásicos del deporte, reivindicando que independientemente de su orientación o identidad sexual, género, condición física o social, cada persona tiene un lugar.

Hoy, en nuestro blog, hablamos con Émilien, cuya obra se ha centrado siempre en desafiar los estereotipos y promover la inclusión, mostrando específicamente con esta muestra que el deporte puede ser un medio de expresión y empoderamiento para todas las identidades. Su obra ha sido vista por más de 1 millón de espectadores en grandes eventos como los III Juegos Suramericanos de la Juventud (2022) y los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París (2024), así como en instituciones culturales de todo el mundo. Su obra también ha recibido una amplia cobertura mediática internacional y ha sido galardonada con el prestigioso sello «Olimpiada Cultural» por el Comité Organizador de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París 2024, lo que subraya su importancia en el panorama cultural y deportivo mundial.

En primer lugar, ¿podrías contarnos un poco de tu trayectoria?

Nací en una familia de agricultores en un pequeño pueblo de Deux-Sèvres (Francia). En aquella época, me quería dedicar a la protección de los ríos, por lo que decidí estudiar un grado en gestión y control del agua, seguido de un máster en coordinación de proyectos de solidaridad internacional y local. Actualmente, vivo en Argentina con mi pareja, originaria de la región. Al llegar a Rosario, trabajé en el programa de agricultura urbana de la ciudad.

Inicialmente, mi camino no estaba orientado hacia la fotografía. Todo comenzó en un viaje a Bolivia, donde descubrí el lago Poopó, el segundo lago más grande de Bolivia en extinguirse. Allí conocí a un pescador y al presidente de la Federación de Cooperativas Pesqueras del lago. Juntos recorrimos la zona, lo que me permitió capturar una serie de fotografías. Siempre me ha fascinado el tema del agua, así que, a mi regreso a Argentina, organizamos una serie de exposiciones y publicamos un libro sobre el tema con la editorial argentina Listocalisto, “Los huérfanos del Poopó: cuentos de un lago desaparecido”.

A través de la fotografía, quiero abordar temas que me apasionan y que pueden abrir un diálogo. Descubrir el equipo inclusivo de Yaguaretés despertó en mí el deseo de trabajar con equipos deportivos inclusivos, tanto en mi ciudad como en todo el país.

 

¿Cómo comenzó tu relación con la fotografía?

Cuando tenía 18 años, me compré una cámara para un viaje a Ucrania. Hice algunas fotos que gustaron mucho a mis amigos, pero seguía siendo un trabajo de aficionado. No fue hasta mi viaje a Bolivia, cuando fui por mi cuenta, que empecé a tomarme la fotografía en serio

 

Para «Sport Friendly», que se expone actualmente en la Alianza Francesa de Málaga, ¿cómo elegiste a los modelos?

Primero, hice algunas pruebas fotográficas con mis amigos del equipo Yaguaretés. Luego, mientras participaba en un torneo deportivo inclusivo en el que había equipos de todo el país, capturé la icónica imagen de dos jugadores de rugby besándose, del equipo Ruda Macho. Posteriormente, asistí a otro torneo en el norte de Argentina, en Salta.

Durante estos dos torneos, conocí a numerosos equipos. El material con el que trabajo es bastante sencillo, lo que me permite desplazarme con facilidad. Me acerqué a los jugadores, les pregunté si podía fotografiarlos y les expliqué el proyecto. Otros atletas y coordinadores también se acercaron a mí. Gracias a ellos, pude recorrer Argentina y fotografiar a más de 500 jugadores de 12 disciplinas diferentes.

Antes de cada sesión, les pedí que llevaran algo que los representara: una bandera, una prenda, un cartel, maquillaje o cualquier otro símbolo de identidad. Fotografié a todos los jugadores en la misma pose. La mayoría de las imágenes aparecen en el primer álbum de cromos (figuritas en Argentina), donde se pueden ver todas las fotos. Luego seleccioné una imagen por equipo, buscando aquellas que destacaron las reivindicaciones sociales de los modelos.

 

A través de la fotografía, quiero abordar temas que me apasionan y que pueden abrir un diálogo

¿Cómo definirías el deporte inclusivo?

Me enfoco principalmente en equipos liderados por miembros de la comunidad LGBTIQ+. Trabajar con ellos nos permite abordar diversas cuestiones, como la orientación sexual, la identidad de género en el deporte, la identidad trans y la no binariedad. La inclusión también abarca la diversidad física. Además de los miembros de la comunidad LGBT, estos equipos están abiertos a cualquier persona, sin importar su edad, condición física, económica o social.

 

¿Cómo te involucraste en la red de Alianzas e Institutos Franceses? ¿Qué significa para ti?

A veces resulta difícil para las instituciones comprometerse, especialmente cuando están inmersas en un contexto social, local o político complejo. El respaldo de una institución, como la red de Alianzas e Institutos Franceses, a una exposición basada en valores inclusivos genera un sentimiento de acogida, escucha y apoyo. Se vuelve refugio en caso de que, fuera de estos espacios, el contexto político sea caótico y vaya en contra de los derechos humanos.

Los Juegos Olímpicos de Francia me brindaron una gran oportunidad para internacionalizar mi proyecto. Conté con el apoyo del Instituto Francés y el Comité Olímpico y Paralímpico de París reconoció el proyecto con el sello “Olimpiada Cultural”. A partir de ahí, pudimos movilizar a toda la red cultural francesa en el extranjero.

En total, 22 Alianzas Francesa, Institutos Franceses y Embajadas han respaldado el proyecto en sus respectivas ciudades y paises, con la idea de retratar a un equipo inclusivo con la mirada de un fotógrafo local. Algunos países, como Sri Lanka, han mostrado interés en participar pese a no contar con un equipo LGBTIQ+. Sin embargo, en Colombo, un grupo de mujeres llamadas «Sea Sisters» (Hermanas del Mar) trabaja por el acceso de las mujeres al surf en un país donde este deporte ha estado tradicionalmente reservado a los hombres. Otro ejemplo es Santa Lucía, donde la homosexualidad masculina se castiga con hasta 10 años de prisión. En Jersey, debido a su tamaño, no hay equipos inclusivos.

Resulta muy interesante generar un diálogo sobre la inclusión y reflexionar sobre quiénes podrían ser representados, considerando las realidades de cada territorio. Al destacar otros equipos que trabajan en distintas formas de inclusión a nivel local, demostramos que la inclusión es un valor universal. Con esta exposición, abordamos todas las formas de diversidad.

 

Los Juegos Olímpicos de Francia me brindaron una gran oportunidad para internacionalizar mi proyecto

¿Crees que el deporte es la mejor manera de transmitir los valores de la inclusión?

El deporte enseña valores como la cooperación y la solidaridad. Sin embargo, hay avances y retrocesos. Por ejemplo, Donald Trump firmó una orden ejecutiva que prohibía la participación de atletas trans en competiciones escolares, amenazando con retirar fondos federales a las escuelas que los incluyeran en sus equipos deportivos.

Los equipos inclusivos están dando tres pasos adelante, mientras que las federaciones internacionales están retrocediendo dos. La Federación Francesa de Rugby permite la participación de atletas trans en sus competiciones, mientras que la federación internacional lo prohíbe.

Hoy en día, hay una batalla que librar en el ámbito deportivo. El deporte es un reflejo de la sociedad: lo que ocurre en la cancha, como los cánticos LGBTfóbicos, también se manifiesta fuera de él. Los avances en el deporte se reflejarán en la sociedad en el futuro.

Tailandia se convirtió recientemente en el primer país de Asia en legalizar el matrimonio igualitario. Al mismo tiempo, usted vive en Argentina, un país con un contexto político y social complicado. ¿Qué le dirías a quienes van en contra del progreso social?

Estamos enfrentando una ofensiva global contra los derechos humanos. Suele comenzar con ataques a los derechos de las minorías sexuales y luego se extiende a los derechos de los inmigrantes, las mujeres y otros sectores vulnerables.

Por eso insisto en la diversidad como un valor universal. La diversidad es parte de la humanidad, pero la inclusión es una decisión. Cuando las políticas van en contra de esa decisión, es fundamental seguir luchando. No podemos dar nuestros derechos por sentados.

Hoy más que nunca, es crucial recordar las luchas del pasado, que a menudo olvidamos, para comprender los derechos que tenemos en la actualidad: el derecho a expresarnos, a casarnos, a acceder al deporte y a otros ámbitos.

Mi trabajo busca visibilizar las demandas actuales en diferentes países, lo que aún falta y lo que se puede mejorar. Pero también tiene una dimensión positiva: mostrar la fuerza del activismo local.

 

Hoy más que nunca, es crucial recordar las luchas del pasado, que a menudo olvidamos, para comprender los derechos que tenemos en la actualidad: el derecho a expresarnos, a casarnos, a acceder al deporte y a otros ámbitos.

¿Practicas algún deporte?

Aunque ahora promuevo el deporte, lo odié en toda mi infancia. Pero cuando llegué a Argentina, practiqué voleibol y luego natación. Actualmente, me dedico principalmente a la musculación, lo que me ayuda a despejar la mente.

 

¿Conoces Málaga o Andalucía?

Lamentablemente, no conozco el centro de Málaga. Sin embargo, he estado en Torremolinos, Granada y Sevilla. Me encantó la región. Siempre he pensado que, si viviera en España, elegiría Granada… o Valencia.

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Christophe Brachet presenta su primera exposición en España en el 29 Festival de Cine Francés de Málaga

«Les Coulisses du Cinéma» se podrá visitar en la Alianza Francesa de Málaga del 11 de octubre al 22 de diciembre

Juliette Binoche, Isabelle Huppert, Jean Dujardin, Marion Cotillard o Guillaume Canet son algunos de los retratados en las más de 30 fotografías

La muestra se inaugura este miércoles 11 de octubre a las 20.00 horas, 48 horas previas al 29 Festival de Cine Francés de Málaga

A dos días de que comience el 29 Festival de Cine Francés de Málaga, la Alianza Francesa de Málaga se convierte en la sede de una de las actividades del certamen en esta edición. Se trata de la exposición fotográfica «Les coulisses du Cinéma», una muestra de 32 fotografías que recoge momentos íntimos de rodajes de cine francés capturado por Christophe Brachet. El artista presenta de esta forma su primera exposición fotográfica en España, en exclusiva para el 29FCFM. La muestra se inaugura hoy miércoles 11 de octubre de 2023 a las 20.00 horas y cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Málaga y de Cervezas Victoria.

La exposición se ha presentado hoy a las 9.30 horas en la Alianza Francesa de Málaga con la presencia del fotógrafo y de Sullivan Benetier, director del espacio galo y del 29 Festival de Cine Francés de Málaga.

“La idea de esta muestra surge de poder mostrar la importancia del oficio de la fotografía en el cine. Todas las fotografías que se exponen en “Les Coulisses de Cinéma” están realizadas en blanco y negro, sin ningún tipo de retoque: es una forma de captar el momento y mostrarlo de la forma más fiel posible, en el contexto de un rodaje” explicaba Christophe Brachet a los medios.

Sobre su forma de trabajar el artista ha explicado la importancia de la discreción en los rodajes; “debo ser invisible, muy silencioso, por la naturaleza de muchas escenas íntimas que se ruedan, pero también por las temáticas de las cintas, en las que un director de fotografía tiene que saber cuál es su lugar”, comentaba Brachet. El artista ha explicado también la importancia de dar visibilidad a la figura del fotógrafo de rodajes y director de fotografías, que, según sus palabras, “es una industria cada vez más difícil”. El fotógrafo ha recibido a los alumnos de fotografía de la Escuela de Diseño y Superior San Telmo, tras la presentación a los medios.

En la muestra encontramos instantáneas entre las bambalinas de grandes momentos de la historia reciente del cine francés: Marion Cotillard y Vincent Cassel en «Astérix y Obélix: L’Empire du Milieu», dirigida por Guillaume Canet; Jean Dujardin en «OSS 117: Alerte rouge en Afrique noire» de Nicolas Bedos ; Isabelle Adjani y Mathieu Amalric en «Adieu Vinyle», dirigida por Josée Dayan; Charlotte Gainsbourg en «Alphonse», dirigida por Nicolas Bedos ; o o Adèle Exarchopoulos en «Je verrai toujours vos Visages» de Jeanne Herry.

La serie “Dix pour cent”, creada por Fanny Herrero, está muy presente en la muestra a través de inéditos y curiosos momentos en los que podemos ver a Camille Cottin y François Civil dirigidos por Cédric Klapisch; Isabelle Huppert o Monica Bellucci bajo la dirección de Marc Fitoussi; Juliette Binoche dirigida por Jeanne Herry; y Fanny Sidney y Sigourney Weaver dirigidas por Marc Fitoussi, entre muchos otros. En total, más de cincuenta personajes destacados de la cinematografía contemporánea.

Su aventura fotográfica comenzó bajo el agua, en Martinica donde perfeccionó su inmersión: sus imágenes empezaron buceando. Posteriormente, el cineasta autodidacta se trasladó a París para ingresar en el Laboratoire de l’acteur. Así, emergió como fotógrafo de plató, desplegando su talento para el momento. De esta forma, capta el tiempo, la juventud, la vejez, el amor, el dolor, lo admirado, lo ignorado, la naturaleza, lo urbanizado. Sin distinción, a menudo en blanco y negro, la luz natural y el retoque minimalista son sus consignas. Reconocido por sus pares, fue elegido presidente de Photographes de Films Associés en 2018.

Christophe Brachet, el testimonio apasionado

“Sus fotografías son momentos de abandono, complicidad e intimidad que nos invita a compartir”, relata en el texto curatorial Jean-Pierre Lavoignat, fundador de las míticas revistas de cine Première y Studio Magazine. “Este testigo es también un amante. Un amante de las actrices y los actores, del cine en ciernes y de quienes lo hacen. Sin artificios, pero en blanco y negro, consigue ser a la vez realista y glamuroso, a la vez veraz y romántico”, prosigue Lavoignat.

Recientemente e invitado por Dominique Besnehard, uno de los agentes cinematográficos más destacados del cine francés, Brachet es, además, el fotógrafo oficial del Festival de Cine Francófono de Angulema. A lo largo de los años ha forjado fieles colaboraciones con actrices, actores y directores como Isabelle Adjani, Jean Dujardin, Laurent Tirard, Jeanne Herry, Nicolas Bedos o Guillaume Canet, con los que se reencuentra una y otra vez película tras película.

Paralelamente a su trabajo cotidiano, Christophe Brachet, que ha sido elegido por sus colegas presidente de la Asociación Francesa de Directores de Fotografía (AFC), ha asumido naturalmente otra misión, de nuevo con el apoyo de Sony, de la que se ha convertido en uno de los embajadores: transmitir su experiencia a través de clases magistrales, encuentros, y talleres.

“Es como si su pasión sólo pudiera realizarse compartiéndola”, concluye Lavoignat.

Un paso previo al 29FCFM

La llegada de Christophe Brachet y la inauguración de la exposición «Les coulisses du cinéma», este miércoles 11 de octubre 2023 en la Alianza Francesa de Málaga, forman parte de la celebración del 29 Festival de Cine Francés de Málaga que se celebrará del 13 al 20 de octubre en diferentes espacios de la ciudad, y que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Málaga, Fundación Caja Rural del Sur, Hammam Ál Andalus,y Cervezas Victoria. Junto a ellos, este año se unen las entidades francófonas AirFrance, Saint James, Cine Tapis Rouge, France24, ARTE y Atout France como colaboradores del certamen.

El viernes 13 de octubre dará comienzo en el Cine Albéniz la sección oficial con un total de 10 películas a concurso y una sección retrospectiva dedicada a la cineasta Justine Triet. Las entradas ya están a la venta en www.unientradas.es o www.festivalfrancesmalaga.es.

La sección documental, en Ateneo de Málaga; la de cortometrajes, en el Centre Pompidou Málaga; o los conciertos de clausura en La Térmica, son el resto de las actividades gratuitas que cierran el programa del 29 Festival de Cine Francés de Málaga.

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Yo soy la norma: una exposición sobre la identidad

Esta semana hemos despedido la exposición ‘Je suis la norme‘ en la Alianza Francesa de Málaga. Gracias al trabajo de Alex Huanfa Cheng, Abdel-Ilah Mohamed Mohand, Elena Hipatia, Miriam Jordán, Gorka Postigo, Sébastien Lifshitz, Soufiane Abrabi, Raphaël Chatelain y Emilie Hallard, hemos podido realizar un acercamiento a todas aquellas identidades que se quedan fuera de la norma, de lo que está establecido como ‘lo normal’.

Como parte del proyecto, hemos realizado visitas guiadas con CEIP, IES y centros educativos de Formación Profesional, y el público en general de Málaga y la provincia.

 

Pero además, hemos incorporado el proyecto a nuestras clases de francés. El profesor Vincent Martínez ha realizado este especial ejercicio con sus alumnos de C1.1. Trabajando en relación a los soportes  multimedia y las series, aprendiendo a hacer critica de ficción, evocar los elementos que la componen y el tratamiento de personajes. Han podido desarrollar la trama que usan para hacer una serie interesante.

Aquí podéis ver los trabajos de los alumnos.

Annabel

 

 

Andrea

 

Titania Atencia Ruiz

 

Beatriz Ruiz

 

 

Carmen Pérez Moreno

 

 

Lily García

 

Myriam Valle García

 

Yolanda Alonso Antequera

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Podcast DANS LES AIRS! Cómic, fotografía y ejercicios: planes culturales

Tercera entrega del podcast de Alianza Francesa Málaga en el que entrevistamos a nuestro profesor, Christian Ubago, que nos habla de su experiencia en esta ciudad, la historia de la Alianza y la importancia del multilingüisimo. Posteriormente, practicamos nuestros ejercicios como buenos alumnos, sobre cómo hacer planes en francés; y hablamos de cultura: la fotografía de Mous Lamrabat, y de ‘L’Arabe du future’, el cómic de Riad Sattouf.

Recuerda que puedes enviarnos tus comentarios o audios a nuestro perfil de instagram, y de esta forma podrás participar en el podcast de Alianza Francesa de Málaga.

Langue et culture en 15 minutes!

 

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Cultura francófona Arte

Los cinco carnavales francófonos más espectaculares

Estamos en plena semana de celebración del Carnaval de Málaga, y nuestros profesores han estado desarrollando y trabajando material pedagógico sobre esta celebración, para nuestros cursos de francés. Además de mucho vocabulario, hemos repasado los espectaculares carnavales que se celebran en distintos países francófonos.

Por eso hoy en el blog de Alianza Francesa Málaga, vamos a conocer algo más sobre ellos, a través de impresionantes imágenes. El origen de la palabra “carnaval” procede del latín carnelevare, compuesto de carne ‘carne’ y levare ‘quitar’, por alusión a la tradición de no comer carne durante el ayuno de Cuaresma. El término tradicional castellano carnestolendas procede de la elisión de la frase latina (dominica antes) carnes tollendas ‘(domingo antes de) quitar las carnes’.

Cuando pensamos en el Carnaval se nos vienen a la cabeza imágenes de ciudades españolas como Cádiz o Tenerife, y de celebraciones emblemáticas como las de Venecia o Río de Janeiro. Pero hoy nos vamos a centrar en cinco lugares de geografía francófona con interesantes, desconocidas y muy divertidas aproximaciones a la fiesta del carnaval.

CARNAVALES FRANCÓFONOS

MARTINICA

Martinica es una pequeña isla francesa cerca de Sudamérica, lo que supone una mezcla de cultura caribeña y francesa. Durante la celebración de uno de los carnavales francófonos más célebres hay música sin parar y fiestas en la calle.

Su importancia está profundamente arraigada en la historia de Martinica y casi todos los días del carnaval se dedica a un tema único. Por ejemplo, el lunes es reconocido como el día de las bodas burlescas porque todos los hombres se visten con trajes de novia, y el martes es el día del diablo.

BINCHE

El Carnaval de Binche, en Bélgica, posee una larga historia, aunque alrededor de esta se han construido muchas leyendas que a menudo deforman su realidad. Su origen parece datar de 1549. Los «Gilles de Binche» fueron presentados a la reina de Francia, María Teresa de Austria, esposa de Luis XIV, e hija del rey Felipe IV de España, después de la victoria de Arras, y de la anexión a Francia de las antiguas provincias españolas del norte.

Los Gilles personificaron a los indígenas andinos, algo similar a lo que puede encontrarse en el folklore boliviano, y sobre todo en Tarija. Los “máscaras blancas” de los «Gilles» tenían razones estéticas, ya que escondían los rostros «sucios» del pueblo, en su mayoría carboneros. En 2003, el Carnaval de Binche fue declarado Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad por la Unesco, siendo inscrito en 2008 en la Lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad

NIZA

El Carnaval de Niza es una de las manifestaciones invernales más importantes de la Costa Azul. Durante más de quince días, la ciudad vive al ritmo de los festejos. Humor, burla y poesía se dan cita en esta gran cita popular. El Carnaval se articula en torno a dos manifestaciones bien distintas: el corso carnavalesco, de día y de noche, y la Batalla de flores. En la plaza Masséna, las carrozas alegóricas o burlescas desfilan acompañadas de elementos de animación, artes de calle y grupos musicales internacionales.

Estos corsos carnavalescos adoptan la apariencia de viajes iniciáticos… Frente al mar, la gracia y la elegancia de las batallas de flores evocan la importancia de las flores y realzan el patrimonio floral de la región. Este es la parte del Carnaval más poética, que no puede disociarse de la parte más irónica.

QUEBEC

Quebec, la primera de las grandes ciudades canadienses que aparecen en la parte oriental del país, a lo largo del curso del río San Lorenzo, acoge cada año – y ya van más de sesenta ediciones – una gran fiesta cuya celebración se prolonga normalmente entre finales de enero y mediados de febrero.

Fue allá por el año 1894 cuando comenzó esta tradición, en la ciudad de Quebec, como una manera de poner buena cara al duro frío invernal. Una tradición que solo fue interrumpida por las dos Guerras Mundiales y el Crac del 29, y que fue refundada en 1954 como Carnaval y Festival. Un año después, en 1955, aparecería el símbolo de la fiesta: un gran muñeco de nieve vestido con un gorro rojo y el icónico cinturón multicolor con bandas en forma de flecha.

A partir de entonces, solo se puede hablar de una historia de éxito, hasta el punto de haberse convertido, en la actualidad, en uno de los carnavales francófonos con mayor impulso turístico de la ciudad durante el invierno, con figuras de hielo, mercados de comida y mucha fiesta en la calle.

 

DUNKERQUE

El carnaval de la ciudad portuaria del norte de Francia, Dunkerque, se lleva a cabo durante seis semanas, y hacia la mitad se celebran las »Trois Joyeuses», cuatro días seguidos de fiesta. Aunque no están muy claros sus orígenes, se considera que las celebraciones del carnaval de Dunkerque provienen de la fusión de una fiesta pagana con la conmemoración de la partida de los pescadores de este puerto hacia Islandia.

En las tradiciones del carnaval se incluyen cantos de marineros y los músicos se visten con impermeables amarillos como los pescadores de bacalao. Además, se lanzan arenques delante del ayuntamiento para recordar las grandes campañas de pesca de antaño. Por las calles, personajes propios de este carnaval interpelan a los viandantes.

Además de gigantes (llamados “reuze”), en las calles puedes ver personajes típicos de este carnaval como los “intrigueurs” y “figuemen”, que asustan a los viandantes con su caña de pescar, de la que cuelga un trozo de pescado ahumado o de queso. La gente suele llevar coloridos paraguas como complemento: cuentan que la gente de la ciudad empezó a usarlos para mofarse de los campesinos que acudían con ellos a la fiesta y esta costumbre pervive hasta hoy. Otro de los aspectos distintivos de la fiesta son los paraguas; cuentan que la gente de la ciudad empezó a usarlos para mofarse de los campesinos que acudían con ellos a la fiesta y esta costumbre pervive hasta hoy.

 

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Las intimidades de Sophie Calle, en Málaga

Hay algo increíblemente familiar que nos invade cuando nos acercamos a la obra de Sophie Calle. La artista desafía al a veces inaccesible mundo de lo expositivo en el momento en el que el espectador pone un pie en la sala y comienza a leer algunos de sus textos. Son historias que conmueven, por su naturaleza, pero sobre todo por cómo están contadas o fotografiadas. Y algunas de ellas las podemos ver actualmente en el Centre Pompidou Málaga.

La artista ha puesto su vida en su obra; su intimidad. Pero no como un diario, más bien como pequeñas historias que decide revelar, algunas de sus vivencias. Es sólo la parte que ella “acepta contar”. A finales de 2021 inauguró una exposición retrospectiva en el Centre Pompidou Málaga, que se puede visitar hasta el próximo 17 de abril de 2022, y que supone un repaso por grandes momentos y piezas artísticas de toda su carrera.

Su obra, su estilo

Sophie declaró recientemente que, aunque su obra no contiene un alegato específicamente feminista, se toma como un cumplido cuando la gente le dice que lo tiene. Su trabajo sobre la intimidad es específicamente particular, y multidisciplinar; principalmente trabaja con textos y fotografías, pero también con vídeo y performance. En su obra se aprecia la oposición de lo público frente a lo privado, y los diversos registros que adopta en cuanto a identidad.

En el proceso de investigación en secreto, reconstruyendo o documentando las vidas de extraños, Calle manipula las situaciones y las personas. Así, en el acto de invitar a un extraño dormir con ella en Venecia, o trabajar como camarera de piso del hotel para observar subrepticiamente los invitados, Calle condiciona y refunde su propia identidad. Los documentos o “pruebas” que se derivan de estos proyectos conceptuales se presentan como fotografías, instalaciones foto-texto, video y libros de trabajo.

La exposición

La muestra, comisariada por Christine Macel, jefa del departamento de creación contemporánea y prospectiva del Centre Pompidou, repasa en seis obras -Las autobiografías; El Marido; El hotel; Dolor exquisito; No Sex Last Night; Souris Calle (álbum) y Souris Calle (vídeo)- los trabajos por Sophie Calle (9 de octubre de 1953 París, Francia) a lo largo cuatro décadas y en la que intenta plasmar sus temas recurrentes, como son la intimidad, la ausencia, muerte o las relaciones de pareja.

La exposición arroja luz sobre los casi cuarenta años de creación, a través de algunas de sus obras emblemáticas presentes en la colección del Centre Pompidou, e ilustrando los temas que son más recurrentes en su trabajo, como son retratar la intimidad, las relaciones sentimentales y la ausencia o la muerte.

El recorrido expositivo se abre con la serie El marido (1995) en la que nueve paneles narran las etapas de la historia de Sophie Calle con su exmarido Greg Shephard, como un diario que recoge sus palabras y las imágenes de aquella época. En la siguiente sala se exhibe El Hotel (1981), una serie fotográfica en la que Sophie Calle se desliza en la piel de una camarera de piso de un hotel veneciano para detallar su experiencia, aproximándose a la vida de extraños, durante tres semanas.

El recorrido continúa con Dolor exquisito (1984-2003), una obra creada tras una ruptura romántica. En nueve dípticos, cada uno compuesto por dos fotografías y dos textos bordados en un panel de lino, las palabras de Sophie Calle se codean con las de los anónimos a los que el artista preguntó ¿Cuál fue tu mayor dolor? La ruta finaliza con Souris Calle (2018), uno de sus proyectos más recientes y que se puede ver por primera vez en España. Este conjunto de obras visuales y sonoras se produjo tras la muerte de Souris, el gato de Sophie Calle, para quien pidió a cuarenta músicos que compusieran una pieza en su homenaje (entre los que se encontraban Bono, Laurie Anderson, Pharrell Williams y entre otros).

La exposición se completa con la proyección de la película No Sex Last Night (1992) en el auditorio. Se trata de una road movie a modo de diario, que está en el límite entre el arte y la vida, y que narra un momento de la relación con su exmarido.

Una artista única

Sophie Calle nació en París en 1953 y a principios de la década de 1970 emprendió un largo viaje alrededor del mundo. A su regreso a Francia, inició su primer trabajo fotografiando a desconocidos que perseguía en la calle y describiendo con palabras sus movimientos. Fueron sus primeras creaciones en las que la fotografía y el texto se funden y entrelazan en la pieza artística. En sus trabajos combina estos dos elementos, dando como resultado una narrativa artística muy personal y única. Calle es una artista conceptual, fotógrafa, operadora de cámara e incluso, en ocasiones, ha hecho de detective.

La muestra se puede visitar hasta el próximo 17 de abril de 2022, en Centre Pompidou Málaga, los lunes, miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo, de 9:30 a 20:00 horas (incluyendo festivos).

 

 

 

 

 

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París Photo convierte a la capital francesa en el corazón de la fotografía internacional

Paris Photo es la feria internacional de arte dedicada la fotografía más importante del mundo. Se celebra cada mes de noviembre en el corazón de París desde 1997, y su misión es promover el trabajo de creadores, galerías y espacios de trabajo.

La imagen elegida para el cartel de esta edición es “American Document (Trio), 1983’ de la artista Barbara Morgan. Hasta el 14 de noviembre se celebra este gran evento de la fotografía en el Grand Palais Ephémère de París, con un programa que incluye muchas actividades y exhibiciones online.

Para su edición número 24 contará con 177 expositores de 25 países. La feria se plantea con una sección principal y otra llamada ‘Curiosa’ con lo más destacado de la fotografía emergente a nivel mundial.

Sección principal

La feria da la bienvenida a 29 nuevas galerías del sector principal que en sus distintos expositores mostrarán obras recientes de jóvenes fotógrafas sudafricanas como Mounir Fatmi, Tania Mouraud, Orla, Aurélie Pétrel o el trabajo multimedia de Joana Choumali.

Destaca, además, la presencia de galerías internacionales que mostrarán las obras de Paul Mpagi Sepuya, que exploran la política corporal; y de Tomasz Machcinski, que presenta un proyecto sobre identidad. Los trabajos experimentales de Douglas Mandry que reflexionan sobre el cambio climático y abordan cuestiones ambientales y geopolíticas; Latif Al Ani analiza el panorama sociopolítico en la década de 1950-70 en Irak; se podrán ver por primera vez en cuatro décadas fotografías inéditas de Bill Brandt, Brassaï e Irving Penn. Completan la propuesta de la feria en 2021 las imágenes de compromiso social de Pilar Albarracín; y una exposición dedicada al fundador del movimiento NO! art, Boris Lurie.

Reconocida por su selección de alto nivel que ofrece lo mejor de la fotografía, desde sus orígenes hasta sus formas más contemporáneas, Paris Photo presentará 17 exposiciones individuales y 10 exposiciones a dúo. De esta forma se podrá conocer de cerca a la artista Ilit Azoulay y su trabajo sobre fotografía e histeria; la investigación de los viajes por el Mediterráneo del icónico fotógrafo Herbert List; la serie sobre identidad brasileña de Claudio Edinger; la nueva serie con carga política “Allegoria” de Omar Victor Diop; y una presentación única de fotografías de Cy Twombly.

Los aspectos más inesperados de las exposiciones colectivas incluyen obras nuevas y raras, como las de Tod Papageorge, Carrie Mae Weems, o Bruce Davidson. Entre las características sobre las mujeres en la fotografía se incluyen propuestas de Kicken (Berlín) con las «heroínas» Diane Arbus, Gertrud Arndt y Sibylle Bergemann, entre otras; y Bruce Silverstein (Nueva York) con las modernistas Berenice Abbott, Ilse Bing, Germaine Krull y Helen Levitt.

Se presentan los nuevos trabajos que exploran el género y la identidad de Zanele Muholi, así como los de Yolanda Andrade, quien documentó el movimiento LGBT de los 80 en México.

Artistas emergentes y Foto Elle

La sección Curiosa, inaugurada en 2018 y dedicado a artistas emergentes, presenta una selección de 20 proyectos comisariados por Shoair Mavlian, director de Photoworks y excomisario asistente de fotografía en la Tate Modern.

La selección de Mavlian incluye presentaciones individuales de veinte artistas de once países diferentes, algunos de los cuales exponen en Francia por primera vez, como Maisie Cousins, y Jošt Dolinšek. Este año Curiosa destaca las nuevas tendencias en la práctica fotográfica contemporánea, incluyendo nuevos enfoques y temas documentales centrados en la identidad y el medio natural.

La feria continúa su compromiso con las mujeres en la fotografía con Elles x Paris Photo, un programa iniciado en 2019 en asociación con el Ministerio de Cultura francés y apoyado por Kering / Women in Motion para promover la visibilidad de las mujeres artistas y su contribución a la historia de fotografía. Para esta edición de 2021, Nathalie Herschdorfer, historiadora del arte especializada en fotografía y directora del Musée du Locle, Suiza, presenta una selección de obras elegidas entre las propuestas de las galerías.

 

Fotolibros y feria online

Finalmente, para completar esta edición en el Grand Palais Ephémère, Paris Photo lanza su primera Sala de exposiciones online, que se abre al público hasta el 17 de noviembre. Una oportunidad para adquirir fácilmente obras de arte, enumerar las favoritas, descubrir nuevos talentos, examinar las selecciones de los curadores y forjar nuevas conexiones con galerías y distribuidores de libros de arte de cualquier parte del mundo. Esta sección incluye encuentros con artistas como Hinde Haest, Victoria Pidust, Shoair Mavlian, Zoë Ghertner, Simon Lehner o John Yuyi.

Así mismo, la feria presentará este fin de semana a los ganadores de su certamen de Fotolibro, que se podrán conocer en su web, dónde se puede acceder a todas las actividades online y más información de la feria internacional.

 

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Brassaï: Paris de nuit

El Museo Picasso de Málaga trae para el invierno de 2021 las fotografías de Brassaï; uno de los testimonios sobre París más icónicos y sensibles del siglo XX. Descubrimos la figura del fotógrafo húngaro que capturó la esencia de la capital francesa mejor que ningún parisino.

El apátrida de Brassó

El 9 de Septiembre de 1899 alguna campana sonaría en Brassó para anunciar el nacimiento Gyula Hálasz. Cuando abriera los ojos por primera vez, debió de enfocar la vista en las múltiples fronteras que rodearon su nacimiento: el Imperio Austrohúngaro estaba a punto de desaparecer, y el siglo XX a la vuelta de la esquina.

Tanto cambiarían el tiempo y el espacio que el suelo húngaro que vio nacer a Hálasz es ahora territorio rumano. Algunas décadas después de su nacimiento, Guyla Hálasz firmaría por primera vez su trabajo con el patronímico de una ciudad que hoy se escribe de forma diferente y en una lengua diferente.

El padre era profesor de literatura en la universidad y de su madre es difícil encontrar algo más de información que «de origen armenio«. Guyla, a quien a partir de ahora nos referiremos como Brassaï por el bienestar de la claridad, pisa París por primera vez cuando es demasiado joven para recordarla. En 1903 la familia se traslada a la capital francesa, mientras su padre enseña en la Sorbona.

Unos años más tarde, cuando tiene que ser estudiante, un joven Brassaï se traslada a Budapest para estudiar en la Escuela de Bellas Artes. Cuando empezó la Primera Guerra Mundial, se alistó en la caballería del Imperio Austrohúngaro y luchó hasta el final de la guerra (para entonces tendría apenas 19 años).

Al fin de la Gran Guerra se trasladó a Berlín, donde siguió estudiando artes aplicadas. Allí empezó a trabajar como reportero y es entonces donde comienza a hacer fotografías para ilustrar sus propios artículos. En 1924, se mudó a Francia.

París, periodismo, personajes

Cuando Brassaï llegó a París, tenía veinticuatro años y continuaba con su incipiente carrera de periodista. Si hay algún período en el que el arte y la cultura hayan bullido con furia es el París de los años veinte. Pronto descubre que su amor por París necesita ser documentado más allá de los retratos ocasionales y planeados que toma para el periodismo.

En un contexto de efervescencia creativa, donde convergieron la mayoría de grandes nombres artísticos del siglo XX, el underground parisino debía ser tan excitante y bohemio como quepa imaginar.  Lo fascinante de la obra de Brassaï salta a la vista, y no es necesario tener un ojo experto en fotografía ni conocimientos historiográficos para apreciar que la inmensísima variedad de personajes que aparecen entre las páginas de sus libros de fotografía es en sí misma un valor propio.

A lo largo de la carrera de Brassaï, podemos encontrar retratos a casi todas las grandes personalidades artísticas del siglo XX, y también las caras anónimas de los márgenes de la sociedad respetable. Las calles de París son tan protagonistas como los rostros que los habitan, y la niebla, el agua, las luces y las sombras terminan componiendo a cuatro manos el primer libro que Gyula Hálasz publicó, en 1933, bajo el pseudónimo Brassaï: París de noche.

Para finales de la década de los años 30, ya se lo conocía como «el ojo de París» (dicen que gracias a Henry Miller), y llegó a mediados de siglo siendo uno de los fotógrafos más reconocidos de su tiempo. Trabajó para Haper’s Bazar, expuso su obra en todos los grandes museos de Europa y Estados Unidos, y viajó por todo el mundo (incluyendo a la Semana Santa de Sevilla en los años 50).

Como es muy raro encontrar un artista tan brillante que no traspase las fronteras de las disciplinas, Brassaï publicó cerca de una veintena de libros y en 1956 ganó una estatuilla del Festival de Cannes por el cortometraje «Tant qu’il y aura des bêtes».

Gilberte y Pablo

En 1948 contrajo matrimonio con Gilberte Boyer, una figura fundamental en el desarrollo de su carrera. Gracias a ella, y después de dos años como apátrida, Brassaï adquirió la nacionalidad francesa en 1948. Además de ayudarlo con sus habilidades sociales, que según cuenta Henry Miller, eran por demás flacas, Gilberte lo ayudaba a revelar fotografías y componer sus exposiciones, álbumes y libros.

Entre ellos, se encuentra «Conversaciones con Picasso«; un libro publicado por la editorial Gallimard en 1964 que recoge, desde el objetivo y la pluma de Brassaï, la relación de amistad que unió a los dos artistas durante más de treinta años.

Brassaï en Málaga

El Museo Picasso inaugura el 18 de octubre la exposición temporal «El París de Brassaï. Fotos de la ciudad que amó Picasso«, que podrá verse hasta abril del año que viene.

La exposición estará compuesta por más de dos centenares de fotografías de la ciudad que ayudó a inmortalizar en la memoria colectiva como la capital mundial de la bohemia y el arte. Estas se podrán en diálogo permanente con otras piezas de Picasso, además de dibujos y esculturas del propio Brassaï.

La relación entre ambos artistas se ve inevitablemente intricada por la acogida de una ciudad que, salvo el lamentable paréntesis de las ocupaciones fascistas, dio cobijo y cabida durante todo el siglo XX a personas de todo el mundo.

Pablo nació en España, y Gyula en Hungría, pero ambos murieron siendo parisinos, el primero en 1973, y el segundo en 1984. Ahora se reencuentran en Málaga para que podamos ver las conversaciones entre Brassaï y Picasso a través del eco de la historia.

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