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Historia del Tour de Francia: una carrera de leyenda

La 110.ª edición del Tour de Francia es una carrera de ciclismo en ruta por etapas que se está desarrollando entre el 1 y el 23 de julio de 2023 con inicio en Bilbao en España y final en París en Francia. Hoy nos adentramos en su historia y en sus anécdotas.

 

Los orígenes del Tour de Francia

Para descubrir los orígenes del Tour de Francia, tenemos que hacer un viaje en el tiempo. Es el 1 de julio de 1903 y, a la entrada del Café au Revel Matin de París, 60 hombres se alinean con sus bicicletas. No lo sabían, pero participaban en la primera edición de una carrera que se convertiría en una leyenda del deporte.

En Francia existía una feroz competencia entre Le Vélo, Le Vélocipède Illustré y Le Petit Journal. Todos querían organizar competiciones ciclistas para aumentar su número de lectores. La estrategia era sencilla: organizamos una carrera y somos los únicos que podemos contarla y explicarla al público a través de nuestra publicación. Todas estas carreras ciclistas eran muy difíciles: las carreteras no eran más que pistas de tierra y las bicicletas generalmente utilizaban llantas de madera y no tenían repuestos. Sólo duraban un día.

Pero los orígenes del Tour de Francia se remontan a un conflicto social y político conocido como el «affaire Dreyfus«. Este asunto dividió por completo al país galo y provocó una de las grandes crisis nacionales de finales del siglo XIX.

¿Quién inventó el Tour de Francia?

El Tour de Francia fue creado o inventado por Géo Lefèvre, un periodista francés empleado del diario deportivo Le Vélo que, acostumbrado a cubrir carreras ciclistas, sugirió a su director, Desgrange, que organizara la carrera más difícil imaginable. El circuito de 2.500 kilómetros pasaría por ciudades como Burdeos, Nantes, Toulouse, Marsella y Lyon, y terminaría donde empezó: París. A pesar de la idea de dar días de descanso a los corredores, Desgrange y Lefèvre querían que la carrera fuera épica y difícil. Sólo la primera etapa, entre París y Lyon, tenía 471 kilómetros.

Además, los organizadores garantizaron 5 francos diarios a los 50 primeros ciclistas que se inscribieran para pagar sus gastos. El premio para el ganador aumentó a 20.000 francos. Estos cambios provocaron un aumento considerable del número de participantes. En cinco semanas, el número de participantes pasó de 15 a 60. Desgrange ya tenía su primer pelotón listo para competir.

 

Primer Tour de Francia

El primer Tour de Francia comenzó el 1 de julio de 1903, cuando 60 ciclistas de Francia, Bélgica, Suiza, Alemania e Italia se reunieron en París para participar en la primera edición del Tour de Francia. Después de tres semanas, el primer ganador de la historia del Tour de Francia fue Maurice Garin (1871-1957).

Durante la Segunda Guerra Mundial, L’Auto tuvo que cerrar sus puertas, pero al final del conflicto se restableció y volvió a los quioscos con un nuevo nombre: L’Equipe. Y así, un conflicto político puso fin a la creación de la mayor carrera ciclista del mundo y uno de los mayores acontecimientos deportivos de la actualidad, así como de uno de los medios de comunicación deportivos más influyentes del mundo.

Curiosamente, en la década de 1950, los entusiastas del Tour de Francia realizaron una exitosa reconstrucción de la primera edición de la carrera.

Pasado y presente del Tour de Francia

Desde 1903, el Tour de Francia ha puesto a prueba los límites del hombre y la máquina. Pero las cosas han cambiado mucho desde los primeros días del Tour: de ser una atracción esencialmente nacional, se ha convertido en el mayor acontecimiento deportivo anual de varios días del mundo, atrayendo a miles de millones de aficionados de todo el planeta. Las cosas también son muy diferentes en la carretera: más seguras, más profesionales y un poco menos salvajes. Acompáñenos en un viaje al pasado para saber más.

El Tour de 2022 recorrió 3.328 kilómetros en 21 etapas. Participaron 22 equipos profesionales, cada uno con ocho corredores. En 2022, el líder de la clasificación general recibía 500.000 euros. En la última etapa, su margen de victoria no será probablemente superior a un puñado de minutos como máximo. El Tour de Francia es seguido por unos 10 a 12 millones de telespectadores en casa y por más de dos mil millones en todo el mundo.

El ganador de la edición de 2022 es el danés Jonas Vingegaard, del Jumbo-Visma, que logró imponerse al campeón de las dos ediciones anteriores, el esloveno Tadej Pogačar, del UAE Emirates, que terminó segundo. El podio lo completó el británico Geraint Thomas, del INEOS Grenadiers.

En España, el Tour de Francia es seguido por muchos aficionados, entre otras cosas gracias a Miguel Induráin (Villava, Navarra, 16 de julio de 1964), ciclista español que ganó el Tour de Francia durante cinco años consecutivos (de 1991 a 1995), la única persona que lo ha ganado de forma consecutiva.

 

El Tour de Francia femenino

La historia del Tour de Francia femenino se remonta a 1955, cuando se celebró la primera edición, pero no se repitió hasta 1984, cuando empezó a correr en paralelo con el Tour masculino, compartiendo las ganadoras de ambas pruebas el podio final en París.

A principios de la década de 1990, cuando el Tour empezó a perder interés, una organización paralela comenzó a organizar la Grande Boucle, que coincidió con el Tour durante dos años y luego lo sucedió hasta 2009, cuando el ciclismo femenino se vio privado de la mayor carrera ciclista del mundo.

Sin embargo, la lucha de muchas ciclistas con Marianne Vos a la cabeza permitió a la organización del Tour recuperar la carrera femenina en 2014, pero en forma de clásica de un día. Este formato duró hasta 2021, antes de volver al formato de carrera por etapas el año pasado.

Para 2022 y tras el éxito de La Course by Le Tour de France organizada entre 2014 y 2021 con el telón de fondo de una etapa del Tour de Francia, Amaury Sport Organisation ha decidido relanzar el Tour de Francia Femenino. La primera edición tuvo lugar en 2022 y constó de 8 etapas con salida en París, en los Campos Elíseos, el día de la llegada del Tour de Francia 2022, y llegada en La Planche des Belles Filles con victoria de la ciclista holandesa Annemiek van Vleuten.

 

Una serie de verano para descubrir todo sobre el Tour de Francia

Netflix presenta ‘Tour de Francia: En el corazón del pelotón’, el documental que retrata la última edición de la Grande Boucle desde la intimidad de los equipos. La serie consta de 8 capítulos de 42 minutos cada uno, en los que se muestran las tribulaciones de 8 equipos y se dedica tiempo a las hazañas de Van Aert, la sorprendente actuación de Pidcock y la victoria final de Vingegaard.

La serie se divide en 8 episodios de unos 42 minutos de duración media. En general, los episodios seguirán la narrativa habitual en este tipo de productos, mostrarán lo que ocurre entre bastidores en el Tour de Francia e incluirán también entrevistas exclusivas.

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Le Sommet des Dieux: uno de los mejores animes de los últimos años es francés

Hablamos de anime en el blog de la Alianza Francesa de Málaga, y es que uno de los mejores y recientes ejercicios de la animación está en Netflix, es una adaptación de un clásico destacado y, además, es francés.

El humano y la montaña. Una relación difícil de comprender para la mayoría de nosotros, que no alcanzamos a entender la pulsión que provoca en los alpinistas el afán de superación y el deseo de ir siempre más allá, a pesar de ser conscientes de los peligros a los que se enfrentan a cada paso, poniendo su vida en riesgo en pos de una meta al alcance de muy pocos.

La cumbre de los dioses (Le Sommet des Dieux, 2021) es una producción franco-luxemburguesa, el segundo largometraje dirigido por Patrick Imbert, y está basado en el manga Kamigami no Itadaki de Jiro Taniguchi, el que a su vez adapta la exitosa novela de 1998 de Baku Yumemakura. A pesar de tratarse de animación europea, es fiel a la obra original y a la estética y el ritmo contemplativo tan propios del cine nipón.

El ascenso hacia lo desconocido

En Katmandú, la capital de Nepal, un reportero japonés cree haber reconocido a Habu Jôji, un alpinista que se creía desaparecido en la montaña años atrás, y puede que éste tenga en su poder una cámara de fotos que cambiaría la historia del alpinismo para siempre.

La conquista de la cima de los dioses era una de las mayores hazañas en las que cualquier aventurero del siglo XX se podía embarcar, y fue durante décadas un anhelo inalcanzable para cualquier montañista. Si bien la historia que se nos cuenta es ficticia, sí que nos habla de uno de los mayores misterios de la historia del alpinismo: ¿es posible que el británico George Mallory, cuyo cuerpo estuvo desaparecido durante setenta y cinco años, llegase a la cima del Everest casi treinta años antes del primer ascenso oficial registrado?

 

La cinta refleja la belleza de la locura que supone enfrentarse a la magnitud inconmensurable del monstruo de roca y nieve que es el Everest, la montaña más alta del planeta. Los paisajes en los que el espectador se ve inmerso son impresionantes, de una majestuosidad que contrasta con la insignificancia de quien se atreva a adentrarse en ese mundo inabarcable.

La película fue estrenada en la sección Cinéma de la plage del Festival de Cannes de 2021 y, tras su paso por los cines franceses, está disponible en Netflix.

Un artículo de José Carlos Valderrama

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La nueva escuela del rap francés: el concurso musical del año

Estas últimas semanas ha finalizado la primera temporada de Nouvelle École (nueva escuela de rap francés), una serie-concurso que se puede ver en Netflix, en la que raperos franceses compiten y tienen batallas de improvisación. ¿El objetivo? poder alzarse con el primer premio de esta competición musical: cien mil euros. Para ello, además de diversas y feroces pruebas, tendrán que convencer al jurado de nueva la escuela de rap francés conformado por tres exitosos exponentes del género: Niska, Shay y SCH.

La serie se estrenó el pasado 9 de junio en nuestro país. Gracias a sus ochos capítulos pudimos ver todas las batallas, audiciones preliminares, concursos de improvisación que nos llevan a conocer a los tres finalistas del concurso: Leys, Elyon, y Fresh Lapeufra. La serie se acerca a grandes nombres de la industria del hip hop francés como Jul, Youssoupha, Gradur, Sofiane, Naza, Soso Maness, entre otros, de una forma distinta a la que estamos acostumbrado a verlos.

Las batallas escritas y la actuación en vivo al lado de un exponente consagrado del género son las grandes pruebas finales a las que se enfrentan los tres finalistas. Los concursantes han sido seleccionados por los conductores del programa. Y es que Niska, SCH y Shay se sumergieron en sus ciudades natales; París, Marsella y Bruselas, respectivamente, con tal de hallar esa futura promesa del rap.

Los concursantes: Leys, Elyon, and Fresh Lapeufra

 

 

Leys, la única rapera que ha llegado a la final, brilla por su energía y su ritmo. Su canción Parabellum, producida durante el desarrollo de la serie le ha ayudo a superar sus problemas de timidez, y le hizo ganar más de 165.000 oyentes al mes.

 

Elyon, por su parte, ha seguido una evolución similar. Destacado por su creatividad y originalidad, el artista pasó de tener menos de 1.000 oyentes a casi 180.000 al mes en Spotify tras la emisión de la serie.

 

La canción Chop de Fresh LaPeufra, escrita para la final de la Nouvelle École, ocupó el primer puesto del podio y los 100.000 euros de premio. Desde entonces, la canción del rapero belga se ha convertido en el número 1 del Top 50 francés de Spotify, superando al éxito de Alonzo, Naps y Ninho, Tout va bien, con 470.000 reproducciones.

 

La historia del rap francés

El hip hop apareció por primera vez en Francia en 1981, en el momento en que el género estaba logrando cierto éxito en Estados Unidos. Su popularidad creció gracias a la gran comunidad africana residente en Francia. El desarrollo del rap en el país está directamente relacionado con las relaciones poscoloniales que se establecieron con las antiguas colonias de África y el Caribe. Hacia 1982 ya habían aparecido un buen número de emisoras de hip hop, entre ellas Rapper Dapper Snapper y BA Crew, y la futura estrella DJ Dee Nasty hizo sus primeras apariciones. Ese mismo año tuvo lugar el primer gran concierto de hip hop, el New York City Rap Tour, patrocinado por Europe 1 y que incluía en el cartel a Afrika Bambaataa, Grandmixer DST, Fab 5 Freddy, Mr Freeze y la Rock Steady Crew. Algunos de esta segunda corriente se vieron envueltos en controversias sobre sus letras, al ser criticados por glorificar el asesinato de policías u otros crímenes, un fenómeno similar al que vivió el gangsta rap estadounidense. Fue el caso de Ministère AMER con «Sacrifice de poulet», NTM’s y su «Police» así como posteriormente Lunatic con el tema «Le crime paie».

Durante los años 1990, la música creció hasta convertirse en uno de los géneros más populares en Francia. En 1997, IAM publicó «L’école du Micro d’Argent», disco que vendió más de un millón de copias. NTM vendió, por su parte, más de 700.000 copias de su último álbum «Supreme NTM». El grupo se disolvió en 2000.

El rap francés: mezcla de culturas de origen

En los años 2000, de modo similar a lo que ocurrió en Estados Unidos, creció la brecha entre los artistas más comerciales y menos arriesgados musicalmente, frente a los músicos independientes, menos conocidos pero más creativos. La Rumeur y Sheryo son raperos hardcore conocidos por su rechazo al rap francés mainstream, mientras que otros como Casey, Rocé, Médine y Youssoupha representan una mezcla entre el hardcore o el rap purista y lo más generalista.

A través de la música, muchos raperos de origen africano han podido traer al país su herencia cultural. En multitud de casos, las producciones de rap francés están pobladas de instrumentos africanos como la kora, el balafon y el ngoni. Igualmente, los raperos franceses tienden a incorporar diferentes percusiones africanas o magrebíes en su música.

 

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Actualidad Series Te recomendamos

Cuatro miniseries francesas para ver en 2021

Que estamos en la era dorada de las series es algo que ya nadie pone en duda. El auge de las plataformas de streaming que ya venía in crescendo en los últimos años se ha disparado con la pandemia de coronavirus, y las producciones audiovisuales cada vez apuestan más huevos a la cesta de las series y miniseries. El séptimo arte galo no es ninguna excepción: te listamos cinco miniseries francesas para ver en 2021.

Miniseries francesas para hacer una maratón

Una miniserie se diferencia etimológicamente de una serie en su prefijo: se trata de producciones audiovisuales autoconclusivas de corta duración (normalmente, no más de doce episodios, divididos habitualmente en una o dos temporadas).

Se trata de un formato en alza, ya que nos ofrece los rasgos más agradecidos de varios géneros: la conclusión satisfactoria de las películas, que empiezan y acaban, y la dicotomía inmediatez/infinitud de las series, que consiste, básicamente, en sentir que estas duran poco porque están divididas en unidades de, como mucho, una hora, cuando a la vez nos dan la posibilidad de hacernos una maratón de seis horas delante de la tele en un sábado desocupado.

Te recomendamos cuatro miniseries francesas: una por cada mes del año que nos queda por delante. Antes de empezar nuestra lista, hacemos varios avisos.

El primero, es que nuestra lista no tiene ningún orden particular: puedes empezar a ver la miniserie que más te llame la atención.

El segundo, es que no todas las producciones que vamos a listar son aptas para todos los públicos. Vamos a indicar bajo cada una de ellas la edad para la que están indicadas. Para sugerencias de cine y series que ver con toda la familia, tenemos este artículo sobre pelis francesas para ver con niños y adolescentes, y este otro de series para aprender francés.

Por último, (y esto realmente no es un aviso), puedes seguir leyendo con tranquilidad: declaramos este artículo libre de spoilers.

El colapso (L’Effondrement ), 2019

¿De qué va? 

Considerada ya miniserie de culto, L’Effondrement es una pieza subjetiva dividida en capítulos independientes que siguen a diferentes miembros de la sociedad francesa que intentan navegar y sobrevivir el colapso de la sociedad.

Los capítulos están grabados en plano secuencia, y títulos como «El supermercado», «El aeródromo», «La residencia» o «La central nuclear» nos dan una idea general de por dónde van los tiros.

¿Cuánto dura?

«El colapso» consta de una sola temporada dividida en ocho episodios de entre quince y veinticinco minutos cada uno.

¿Quién la hace?

Está producida por el colectivo Les parasites y Canal+, donde se emitió originalmente.

Los créditos de dirección son para Jérémy Bernard, Guillaume Desjardins y Bastian Ughetto. Integrantes de Les parasites, los tres co-firman cada episodio.

Entre el reparto principal, están Bellamine Abdelmalek, Roxane Bret, Philippe Rebbot, Thibault de Montalembert, Audrey Fleurot, Samuel Giurana, Samir Guesmi, Bastien Ughetto, Lubna Azabal y Yannick Choirat.

¿Dónde la puedes ver?

En España, la puedes ver en Filmin.

No está recomendada para mejores de 13 años.

Recursos inhumanos (Déparagages), 2020

¿De qué va?

Protagonizada por el icónico Éric Cantona, trata sobre un hombre de mediana edad, en paro desde hace años, que se enfrenta al proceso de selección de una empresa que pide a los candidatos que participen en un juego de rol de secuestro de rehenes.

Alain, el personaje de Cantona, descubre nuevos niveles de dignidad, humillación e indignación mientras avanza el proceso.

¿Cuánto dura? 

«Recursos inhumanos» consta de seis capítulos, aglutinados en una sola temporada. Cada episodio dura aproximadamente 50 minutos, por lo que estamos hablando de algo menos de seis horas de tele.

¿Quién la hace?

Está producida por Arte France Mandarin Télévision. La dirección es del argelino-congoleño Ziad Doueiri, y el guion corre a cargo de Pierre Lemaitre y Perrine Margaine.

El reparto, como hemos dicho, está capitaneado por Éric Cantona, seguido de Suzanne Clément, Alex Lutz, Gustave Kervern

¿Dónde la puedo ver? 

La puedes encontrar en Netflix.

No está recomendada para menores de 12 años.

El bosque (La forêt), 2017

¿De qué va? 

Con una estructura policíaca de thriller clásico, esta miniserie sigue la desaparición de una alumna del instituto en un bosque cercano, donde veinte años antes fue encontrada en estado de amnesia su profesora, Eve.

Océane y Maya, las dos amigas de la desaparecida, saben más de lo que dicen.

¿Cuánto dura? 

«El bosque» es una temporada de seis episodios, con una media de 52 minutos por episodio. Algo más de seis horas frente a la tele.

¿Quién la hace?

Creada por Delinda Jacobs y dirigida por Julius Berg, la serie está producida por Karma Films y fue originalmente emitida en el canal francés France 3.

El reparto está liderado por Suzanne Clément, Alexia Barlier, Martha Canga Antonio e Inès Bally.

¿Dónde la puedo ver? 

También está en Netflix.

No recomendada para menores de 16 años.

Tony (Caïd), 2021.

¿De qué va? 

Dos cineastas se meten en un barrio problemático de Marsella para grabar el video de un rapero en ciernes y enseguida se ven envueltos en graves problemas.

¿Cuánto dura? 

Es la más mini de todas las miniseries francesas de nuestra lista: diez episodios de diez minutos. Menos de dos horas frente a la tele.

¿Quién la hace?

Dirigida por Ange Basterga y Nicolas Lopez, está producida por Frenchkiss Pictures y protagonizada por Abdraman Diakité, Mohamed Boudouh, Sébastien Houbani, Idir Azougli, Julien Meurice, Abdillah Assoumani, Jean-Toussaint Bernard y Romain Vissol.

¿Dónde la puedo ver? 

Efectivamente, también en Netflix.

No recomendada para menores de 16 años.

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Series Pedagogía

Series para aprender francés

Hay muchas maneras de practicar francés fuera de clase y algunas no tienen por qué estar reñidas con el entretenimiento. Hoy os proponemos algunos títulos de series para aprender francés.

Después de recomendaros emisoras y podcasts en francés con los que practicar vuestras habilidades de escucha mientras os sumergís en temas de interés cultural, hemos pensado que el siguiente paso es hacer una inmersión en el mundo de las series para aprender francés.

Mucho más que puro entretenimiento

La ficción por capítulos está en alza: que levante la mano quien no haya dedicado más de un domingo a acampar en el sofá y ver una temporada completa (y hasta dos si los capítulos son cortos) de su serie favorita. No es de extrañar, ya que vivimos en pleno boom seriéfilo.

Sin embargo, desde el punto de vista del aprendizaje de idiomas las series pueden llegar a ser herramientas realmente útiles con las que desarrollar destrezas lingüísticas. Como nuestra intención es darte recursos con los que practicar francés, te proponemos que inviertas ese tiempo de ocio de manera productiva sin renunciar a la diversión y la evasión que proporciona ver series francófonas en versión original (y, si te gustan los retos, con subtítulos también en francés).

Extrafrench, la serie de iniciación perfecta (y gratuita)

Si todavía eres principiante y crees que puedes sentirte algo abrumado con esta propuesta, no te preocupes: tenemos el título perfecto para ti. Se trata de Extra French, una serie que gira alrededor de una premisa muy simple: dos amigas que comparten piso tienen un vecino llamado Nico, que está enamorado de Sacha mientras que Annie… está enamorada de Nico. Las cosas se ponen complicadas cuando Sam, un chico americano, irrumpe en sus vidas.

Esta comedia de situación con subtítulos en francés se puede ver cómodamente en Youtube y está diseñada para aprender el idioma. Sabemos que no se puede esperar de ella grandes interpretaciones o tramas profundas, pero resulta entretenida y tiene buenos golpes de humor lo que la convierte en la herramienta perfecta para practicar cuando te encuentras en el nivel A1 o A2.

Un gars, une fille. De vuelta al año 2000 en solo siete minutos.

Considerada una serie de culto en Francia entre 1999 y 2003, Un gars, une fille estaba protagonizada por el conocido actor Jean Dujardin y por la actriz Alexandra Lamy. La serie tuvo un éxito arrollador y conseguía reunir a 5 millones de espectadores cada día, es decir, a un tercio de las personas que veían televisión durante la franja horaria de su emisión.

Su formato influyó directamente en el boom que supuso. Consistía en episodios de 7 minutos de duración que representaban en clave de comedia la vida cotidiana y los conflictos de una pareja llamada Jean y Alex, apodados «Loulou» y «Chouchou”.

Muchos de sus episodios se encuentran en Youtube, por lo que se puede disfrutar de ella fácilmente activando los subtítulos automáticos en francés. En esta serie los personajes hablan mucho más rápido y los guiones son más elaborados, pero su breve duración la convierte en una serie apropiada para seguir aprendiendo y practicando francés en cualquier sitio una vez que hemos alcanzado el nivel B1 o B2.

Bref. Francés en capsulas de dos minutos.

De todas las series para aprender francés que os proponemos, puede que esta sea la que resulte más fácil de seguir debido a la duración de sus capítulos: de 2 a 3 minutos. Bref está en Youtube, lo que la convierte en un entretenimiento perfecto para consumir en el autobús, en una sala de espera, entre clase y clase o durante el desayuno.

Creada por Kyan Khojandi y Bruno Muschio, esta serie se estuvo emitiendo en Francia entre el 29 de agosto de 2011 y el 12 de julio de 2012 en Canal+. La idea desde la que parte no es nueva: un treintañero en paro que va pasando de un trabajo a otro intenta encontrar a la chica ideal yendo de fiesta en fiesta. A pesar de los clichés, es una serie inteligente e irónica con la que cultivar un vocabulario más informal y profundizar en el nivel avanzado.

Para aquellos que buscan series, series

Vale, lo reconocemos. Igual este tipo de formatos no son los que esperabas encontrar en un artículo en el que se recomiendan series. Hemos seleccionado los tres títulos anteriores porque son muy buenas opciones para estudiantes, pero también os dejamos a continuación algunas series francófonas que se encuentran actualmente en una de las plataformas de de televisión a la carta más populares: Netflix.

    • Plan Coeur (Amor ocasional) No hace demasiado tiempo, cuando se lanzó la primera temporada, os hablábamos de esta comedia romántica en nuestro blog. Si te gusta la ficción sobre enredos y malentendidos entre un grupo de amigos con sus idas y venidas amorosas incluidas, esta es tu serie.
    • Au service de la France (A very secret service). Viajamos a la década de los 60 cuando, en plena Guerra Fría, André Merlaux se une al servicio secreto francés y se enfrenta a enemigos extranjeros y burocráticos. Una comedia divertida que genera risas con facilidad.
    • Le Chalet. Cambiamos de registro. Sólo seis capítulos serán necesarios para que los protagonistas de esta miniserie se arrepientan de haber hecho una escapada a una cabaña perdida de los Alpes franceses. Encerrados en una trampa mortal, los secretos no tardarán en salir a la luz.

  • Osmosis (Ósmosis). Si por algo se ha decantado Netflix en los últimos años es por la ciencia ficción retrofuturista. Ambientada en París en un futuro cercano, la tecnología ha conquistado la última frontera: decodificar el amor verdadero. Indagando en los datos obtenidos de las mentes de los usuarios, la nueva aplicación para citas «Osmosis» es capaz de conseguir la pareja perfecta con un 100% de precisión, convirtiendo el concepto de alma gemela en una realidad.
  • Marseille. Protagonizada por nada que menos que el gran Gerard Depardieu, esta serie de 2 temporadas ha pasado sin pena ni gloria por España. Sin embargo, no es difícil engancharse a las intrigas y corrupciones del alcalde de Marsella (en la ficción, por supuesto) y a su ambicioso plan de construir un casino en el casco histórico de la Marina.
  • Zone Blanche (Zona Blanca). De entre las series para aprender francés que más se ven, los thrillers siempre están a la cabeza. Es el caso de esta historia ambientada en un pueblo belga, junto a un bosque tenebroso, donde una inspectora de policía y un fiscal recién llegado investigan la muerte de una mujer que encuentran colgada de un árbol.
  • El bosque. Todo lo que tenéis que saber de El bosque lo encontrareis en el artículo que le dedicamos hace un tiempo. Con sólo seis capítulos, esta serie francófona demuestra ser un elaborado artefacto de guión. Con los toques adecuados de artificio -los cliffhungers son marca de la casa-, pero sin regustos tramposos en los tramos finales.
  • Glacé. A lo largo de seis episodios, la producción cuenta la historia de un comandante que se ve obligado a investigar un caso en un lugar al que no hubiera querido volver: una recóndita aldea en los Pirineos de amargo recuerdo para el protagonista. A su lado contará con una agente local que le guiará a través de los nuevos secretos del pueblo.
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Glacé, la última herencia de Chaumeil

Apenas unos meses después de haber rodado en España algunas secuencias de su última cinta, Un trabajo inesperado, la esposa de Pascal Chaumeil hacía público el fallecimiento del cineasta, a causa de un cáncer. Su pronta muerte -apenas 54 años- dio al traste con una carrera que había comenzado de forma prometedora con Los seductores (2010). Una comedia de cierto éxito y en cuyo rodaje estableció un lazo de amistad con el actor Romain Duris, que se mantuvo hasta su última producción, la citada Un trabajo inesperado.

Pese a que su producción como director se inició tardíamente, Chaumeil no surgió precisamente de la nada: durante muchos años fue ayudante de dirección de Luc Besson, y dirigió asimismo varias producciones televisivas. La más destacable, aquel sólido thriller que fue Engrenages. Y mantuvo desde entonces un encomiable ritmo que le llevó, tras Los seductores (2010), a presentar en pocos años Llévame a la luna (2012) o Mejor otro día (2014), en coproducción con Reino Unido. Varias de ellas, disponibles en nuestra mediateca o en Filmin.

En poco más de seis años, Chaumeil rodó cuatro películas y trabajó en varias series de televisión. La última de ellas: Glacé.

Netflix recuperó en 2017 Glacé, su último proyecto

Dos años después del fallecimiento, en 2017 Netflix estrenó Glacé, una de las muchas producciones que el realizador francés había dejado a medias con su desaparición, y que fue continuada por Gérard Carré y Laurent Herbiet.

A lo largo de los seis episodios, la producción cuenta la historia del comandante Martin Servaz (Charles Berling) que se ve obligado a investigar un caso en un lugar al que no hubiera querido volver: una recóndita aldea en los Pirineos de amargo recuerdo para el protagonista. A su lado contará con Irène (Julia Piaton), una agente local que le guiará a través de los nuevos secretos del pueblo.

La producción cuenta cada uno de los mimbres del género negro, cliffhungers incluidos, estando tal vez un escalón por debajo del suspense algo más afilado de El bosque, pero el conjunto se ve con interés, pese a su -perseguida- frialdad. Berling, actor de dilatada trayectoria al que recientemente hemos visto en Sin dejar huellas o Clara y Claire, carga con todo el peso de una historia de silencios y cuentas pendientes, en la que también brilla la afinadísima y geométrica fotografía de Dominique Bouilleret, y la música pesada e industrial de Alexandre Lessertisseur.

Así, si la filmografía de Chaumeil estuvo siempre más volcada del lado de la comedia, Glacé inclina la balanza hacia su vertiente más televisiva: la del thriller y el suspense. Eso sí, con algún toque de humor y un guiño a su creador: no dejen escapar el detalle del póster de Los seductores en plena comisaría. El primer capítulo va en su memoria.

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Amor ocasional en nuestras pantallas

A principios de diciembre Netflix sorprendió a sus adeptos con la comedia romántica Plan Coeur. Traducida libremente al castellano como Amor Ocasional, la serie nos cuenta las peripecias de Elsa, Charlotte y Milou. La primera, eje central de la historia, vive deprimida desde su última ruptura y sus amigas quieren hacer algo para ayudarla. Con la intención de proporcionar a Elsa una buena dosis de autoestima, deciden contratar los servicios de un chico de compañía para que salga con ella.

Aquellos que crecimos en la década de los 90 nos forjamos una idea bastante concreta de la amistad gracias a las numerosas ficciones televisivas centradas en las idas y venidas de algún un grupo de amigos al que hubiésemos querido pertenecer. Por supuesto, esto nos ha hecho expertos en el tema. Nos sabemos de sobra el arco argumental de este tipo de comedias y, sí, lo reconocemos: nos encantan. Como no podía ser de otra manera, Amor Ocasional no nos descubre la pólvora.

La serie, firmada por la directora y guionista francesa Noémie Saglio, navega por las relaciones románticas, familiares y de amistad de un grupo de treintañeros que tratan de encajar en su tiempo. Sin embargo, que ya hayamos vivido muchas veces antes las situaciones derivadas de esta premisa –pues las series a estas alturas no se ven, sino que se viven– no quiere decir que no queramos repetir, especialmente si tenemos las calles de París como escenario.

Realmente el código de la serie se descifra desde el primer episodio. Al compararla con otras producciones recientes del otro lado del charco a las que quizá estemos más acostumbrados, podemos observar que no se trata de una serie activista o reivindicativa, como pudiera ser Girls de Lena Dunham. Tampoco trata el humor desde el absurdo como ocurre en New girl, comedia protagonizada y producida por la actriz Zooey Deschanel. Probablemente tenga más puntos en común con Love, la serie del archiconocido Judd Apatow protagonizada por Gillian Jacobs, aunque de una forma algo más edulcorada.

El código de la serie se descifra desde el primer episodio. El punto fuerte de Amor ocasional es su casting y la química entre las actrices protagonistas.

El punto fuerte de Plan Coeur es su casting. Zita Hanrot, ganadora del César a la Mejor Actriz Revelación en 2016 por su papel en Fatima (2015) de Philippe Faucon, da vida a Elsa; la protagonista insegura y en plena crisis existencial que necesita ser rescatada por sus amigas. O eso cree una de ellas, Charlotte, en la piel de Sabrina Ouazani, actriz de ascendencia argelina a quien pudimos ver en 2003 dirigida por Abdellatif Kechiche en su película L’Esquive. Cuando Charlotte decide contratar los servicios de un chico de compañía para animar a Elsa, la tercera amiga en discordia, Milou, muy a su pesar, toma partido en el ridículo plan. A Milou la interpreta la actriz, cantante y humorista francesa Joséphine Draï. La química que existe entre las tres actrices hace que el espectador empatice pronto con ellas y quiera acompañarlas capítulo tras capítulo a pesar de lo irritantes que pueden resultar sus personajes en algunos momentos.

A Jules, el gigoló de corazón noble con actitud de no haber roto nunca un plato, le pone cara el actor y músico Marc Ruchmann, a quien pudimos ver trabajando bajo las batutas de François Ozon o Julie Delpy. Este personaje, como es de esperar, termina enamorándose de la pobre Elsa, lo que propicia una serie de situaciones del todo predecibles –aunque encantadoras– con el resto de personajes.

Lo interesante de la serie es que resulta un reflejo acertado de la juventud de clase media parisina donde la diversidad racial está reflejada y naturalizada. A un nivel más universal, la serie de Saglio tiene mucho de generacional. Surgen elementos totalmente actuales; como Uber o AirBNB. Por otra parte, la eterna presencia de los smartphones se hace palpable cuando aparecen los mensajes de chat directamente expuestos en el plano mientras los personajes teclean en sus móviles. El uso de la tecnología y las redes sociales como conductoras en las tramas es tan real como en la vida misma. Sólo hay que ver a Elsa cotilleando el Instagram de su ex para regodearse en su propia desgracia. Lamentablemente, no hay nada más generacional que la incertidumbre y la precariedad laboral propias de esta época, como en el caso de Charlotte que está desempleada y sobrevive con trabajos esporádicos o el propio Jules, gigoló por necesidad económica.

Lo realmente interesante de la serie es que resulta un reflejo acertado de la juventud de clase media parisina donde la diversidad racial está reflejada y naturalizada.

Es cierto que no se trata de una serie de las que marcan un antes y después y que los personajes están estereotipados; y que al final el amor romántico es el letimotiv que flota en su atmósfera. Esto sería un problema si la ficción de Noémie Saglio tuviese pretensiones de algo más que de ser un sano entretenimiento. Afortunadamente no es así. A veces se agradece simplemente la evasión y engancharse a algo fácil. Por eso los 25 minutos de duración de cada uno de los 8 capítulos que componen la primera temporada de Amor Ocasional la convierten en la candidata perfecta para tu próximo maratón de domingo de mantita y sofá.

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El bosque: el pasado siempre vuelve

Cuando hace unos años la ficción televisiva francesa puso sobre la mesa Les revenants, la aceptación mundial resultó casi instantánea. Incluso la industria estadounidense -vieja vara de medir la proyección de las producciones en el viejo continente- la adoptó como suya y replicó el formato trasladando Annecy a British Columbia. Sin embargo, tras una primera temporada brillante -escrita por Emmanuel Carrère-, la segunda perdió pie y, a su conclusión, la producción se dio por amortizada.

Varios años después, y partiendo de unos mimbres similares, Netflix ha incluido en su catálogo El bosque. Una producción francesa de nuevo a caballo entre el suspense y la ciencia ficción -en este caso, con más de lo primero que de lo segundo- en el que la acción se traslada al bosque de las Ardenas: una adolescente desaparece y la búsqueda atropellada por todo el pueblo comienza a levantar todo un entramado de secretos.

Con sólo seis capítulos, El bosque demuestra ser un elaborado artefacto de guión. Con los toques adecuados de artificio -los cliffhungers son marca de la casa-, pero sin regustos tramposos en los tramos finales.

La actriz canadiense Suzanne Clément, habitual de Dolan, protagoniza la nueva serie francesa de Netflix

En sólo seis capítulos, El bosque demuestra ser un artefacto de guión muy elaborado. Con los toques adecuados de artificio -los cliffhungers son marca de la casa-, pero sin regustos tramposos en sus tramos finales.

El fino trabajo actoral, cuyo peso recae particularmente en Samuel Labarthe y Suzanne Clément (en la foto) -habitual en las cintas de Xavier Dolan-, junto a la enigmática Alexia Barlier, destaca sobre una producción por lo demás, muy solvente y ajustada al género. Que no reinventa la rueda, pero tampoco lo pretende más allá de ser una pieza de entretenimiento de primer orden.

Dónde ver El bosque

Tras ser estrenada en Francia en 2017, en España la serie ya está disponible en la plataforma digital Netflix.

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