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Consejos para aprender francés online desde cero

¿Quieres aprender francés online desde cero y no sabes cómo? Te damos algunos consejos

Aprender francés online desde cero no solamente es posible, sino que en la Alianza te lo ponemos fácil. Estudiar una segunda lengua es una necesidad para muchas personas. Hoy en día nos exigen tener titulaciones oficiales para obtener un título universitario, para acceder a puestos de trabajo, para ganar puntos en oposiciones…

Pero también hay mucha gente que estudiaría otro idioma por puro placer. Sin embargo, muchas veces estudiar una lengua extranjera desde cero, y además a través de Internet, parece una tarea imposible. Debemos desterrar la noción de que el aprendizaje online es patrimonio exclusivo de estudiantes avanzados.

Estudiar francés desde casa no significa aprender en soledad

El problema de la enseñanza a distancia es que tenemos la sensación de que estamos solos ante el peligro. Puede que esta idea provenga de lo que hasta hace unos años sí que suponía la enseñanza a distancia. El alumnado, solo en casa frente al libro, quedándose con todas las dudas sin resolver.

Hoy, la enseñanza a distancia es muy diferente. Las herramientas de las que disponemos actualmente nos permiten llevar a cabo un modelo docente completamente distinto de educación a distancia: un modelo en el que, paradójicamente, no hay distancia.

En los cursos de francés online que ofrecemos en la Alianza hay distancia física entre alumnado y profesorado, claro. Pero la comunicación es fluida, constante, y exitosa en un porcentaje altísimo de los casos.

Hemos preguntado a nuestros docentes acerca de las diferencias entre las clases presenciales y las online. Y su respuesta es clara: no hay muchas diferencias entre las dos modalidades. Las clases pueden ser muy dinámicas, y gracias a las nuevas tecnologías, tenemos más recursos, nos cuenta Juliette Tessaire, nuestra Coordinadora Pedagógica.

Empezar desde cero

Cuando empezamos a estudiar cualquier materia desde cero, la cantidad de cosas que no sabemos puede resultar abrumadora. Cuando dicha materia es una lengua extranjera, la frustración es parte del trato para muchos nuevos estudiantes.

Y es que, cuando comenzamos la tarea de aprender un idioma desde cero, tenemos que empezar a desarrollar lo que llamamos competencias lingüísticas. Estas competencias se dividen en dos grandes ámbitos: la competencia escrita y la competencia oral. A su vez, estas dos competencias se subdividen en comprensión y producción.

Ser capaces de entender, hablar, escribir y leer en un idioma nuevo no es fácil. Pero hay cosas que podemos hacer para facilitar el aprendizaje, evitar frustraciones, y, en general, hacer el proceso ameno y disfrutable.

Hemos pedido a nuestros docentes y pedagogos consejos para personas que empiecen a estudiar francés online desde cero. Sus recomendaciones incluyen imbuirse en la cultura de la lengua meta: ver películas en francés, escuchar música francófona, leer publicaciones, cómics, libros…

Aprender francés online a través de la cultura

El francés tiene una estructura fonética muy particular. Aunque no podamos entenderlo, todos podemos reconocerlo. Y, sin embargo, aunque creamos estar familiarizados con el sonido del francés, no lo estamos con su fonética si nunca le hemos prestado la debida atención.

Puedes ver series en francés con subtítulos, buscar tu cine VOSE local para ir a ver cine francés, o empezar a escuchar a los grandes clásicos de la música francesa. También puedes releer las grandes obras de la literatura francófona. Si no estás en el punto de leer libros, los cómics son una excelente opción.

Por suerte, el acervo de cómics francófonos es fantástico y conocido por todos. Astérix y Obélix, Tintín, los Pitufos, Lucky Luke… todos estos títulos son franco-belgas en su origen y constituyen una fuente de incalculable valor para estudiantes neófitos.

Cuando estamos expuestos de forma activa a otro idioma durante un período suficiente de tiempo, nuestro cerebro empieza a distinguir de forma natural los diferentes sonidos y que lo conforman. Lo mismo ocurre con el lenguaje escrito: aunque leer sin entender sea una actividad inicialmente frustrante, si lo hacemos durante el suficiente tiempo y sin expectativas de traducción instantánea, terminamos adquiriendo la capacidad de extrapolar significados, descifrar estructuras sintácticas y realizar asociaciones entre significante y significado.

Por lo que, si estás empezando a aprender francés online desde cero, exponerte a la cultura francófona te hará las cosas mucho más fáciles en tu adquisición de competencias lingüísticas. Cuando el profe de tu curso online de francés comience a enseñar la pronunciación de las vocales, o las fórmulas de presentación, o las estructuras sintácticas del francés, reconocerás lo que ya has visto y oído. Esto te dará un sentido de familiaridad que reducirá las probabilidades de frustración, que suele ser el principal problema de los estudiantes novatos.

Participación y valentía contra la timidez y el miedo

Otra de las recomendaciones de nuestros docentes es la participación activa. Nuestros cursos online de francés están diseñados para que los alumnos interactúen entre ellos y con el profesorado con el mismo dinamismo que se daría en una clase presencial.

Sin embargo, cuando estamos detrás de una pantalla podemos tender a participar menos. Los docentes de la Alianza Francesa hacen hincapié en la importancia de participar en clase, independientemente del formato que tenga esta. Ya sea de forma presencial u online, la participación en clase es fundamental.

No solo porque para aprender francés hay que hablar francés, sino porque al tomar parte activa de los ejercicios de clase, nuestros docentes pueden evaluar de forma efectiva nuestro progreso. La enseñanza online, a pesar de ser perfectamente eficaz, presenta una serie de particularidades diferentes a la enseñanza presencial.

Una de estas particularidades es que la evaluación de la producción escrita ocurre en diferido, ya que el profesor o profesora no recibe el resultado de nuestro trabajo escrito de forma inmediata. Por eso es fundamental poner el foco en la competencia oral, que sí es evaluable en directo.

Además de la evaluación, el otro factor fundamental que contribuye a aprender francés online desde cero es la confianza en uno mismo. Esto no es un concepto motivacional vacío de contenido: creer que tenemos habilidad para adquirir fluidez en un idioma es vital para adquirir realmente fluidez en un idioma.

A pesar de la creencia popular de que sólo los niños tienen capacidad para aprender un idioma nuevo con fluidez, la evidencia científica sugiere otra cosa. Expertos lingüistas y neuro lingüistas aseguran que la capacidad para aprender otro idioma con fluidez no cesa en la edad adulta por ninguna razón biológica, sino que tiene más que ver con el entorno y la confianza.

Los adultos tienen tantas posibilidades de éxito como los niños de aprender francés desde cero

Diversos estudios apuntan a que dos de los principales motivos por los cuales los niños parecen ser mejores estudiantes de idiomas que los adultos son la vergüenza y la constancia. Antes de la adolescencia todavía no hemos terminado de desarrollar el sentido del ridículo que nos infunde miedo a equivocarnos, por lo que los pequeños participan más en clase y entre ellos, corrigiendo así más rápido sus errores.

Además, los más pequeños suelen ser también más constantes. Niños y adultos adquirimos conocimiento de formas muy diferentes: los adultos solemos ser aprendices racionales, mientras que los peques interiorizan conocimiento a través del juego.

Cualquiera que observe una clase de cualquier idioma extranjero para niños notará enseguida que las dinámicas lúdicas son una parte importante de la enseñanza. En la Alianza Francesa hacemos un trabajo pedagógico muy importante para asegurarnos de que en nuestros cursos de francés online (y en los presenciales) seguimos métodos que funcionan.

Por eso diseñamos currículums que van enfocados a la adquisición efectiva de competencias lingüísticas, y no a la recitación mecánica de vocabulario, estructuras y reglas. Acercarse al aprendizaje del francés con los ojos de un niño es la mejor manera de conseguirlo: sin expectativas irreales, y sin miedo al ridículo ni a la frustración.

Piensa que en nuestros cursos online de francés para principiantes están formados por, valga la redundancia, principiantes. Todo nuestro alumnado hace un test de nivel, según el cual nuestros expertos pedagógicos asesoran el curso más conveniente para cada estudiante en particular. Nuestros grupos son cuidadosamente conformados. Por lo que tendrás la seguridad de que tus compañeros y compañeras partirán de un nivel muy parecido al tuyo.

En resumen, olvídate de las vergüenzas. El mejor antídoto contra la timidez es la confianza. Y nuestros docentes de la Alianza se encargarán de ayudarte a conseguirla.

Aprovecha nuestros recursos

En la Alianza Francesa de Málaga ponemos a disposición del público numerosos recursos en francés. Programamos actividades, organizamos eventos, y disponemos de nuestra Mediateca, donde encontrarás un amplio catálogo de libros, cómics, CDs y DVDs para alquilar.

En nuestro blog y en nuestra newsletter (a la que te puedes suscribir en este formulario de contacto) publicamos con regularidad nuestras recomendaciones culturales sobre literatura, música, series y cine, que te pueden servir de inspiración para empezar a sumergirte en la fascinante cultura francófona. Además, te contamos los aspectos más interesantes de la cultura general francesa y francófona.

También organizamos, una vez al año, el Festival de Cine Francés en Málaga. La pasada edición se realizó de forma online, debido a la pandemia de coronavirus. Pero si te mantienes al día de nuestras novedades, estamos seguros de que más pronto que tarde podremos volver a disfrutar de la mejor programación de cine francófono en las salas de cine.

Aprender francés online desde cero no sólo es posible, sino que en la Alianza Francesa te lo ponemos fácil. Como dice Pascal Rambert en su obra «Hermanas», a lenguaje limitado, mundo limitado. Amplia tu lenguaje, y se ampliará tu mundo.

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Monográficos Arte

Girbent: amor al cine desde los pinceles

A finales de mayo el CAC Málaga reabrió sus puertas con la exposición individual ‘Opus Nigrum’ del artista mallorquín Pep Girbent, una muestra rebosante de referencias al cine y con numerosos guiños a la cultura francófona.

Tras dos meses y medio de confinamiento en los que la gran mayoría de imágenes que hemos consumido, o mejor dicho, disfrutado, han sido digitales, la reapertura de los museos ha supuesto para muchos un soplo de aire fresco. Para su vuelta a la vida, el pasado 22 de mayo el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga acogió en su sala central la exposición ‘Opus Nigrum’ del artista mallorquín Pep Girbent.

La muestra, comisariada por Helena Juncosa, directora del centro, podrá visitarse hasta el 23 de agosto. ‘Opus Nigrum’ está compuesta por una decena de obras en un elegante blanco y negro, la mayoría de gran formato, creadas a partir de óleo y carboncillo. Varias son inéditas y han sido realizadas desde el 2014 hasta la actualidad.

Smoke. Políptico, óleo sobre tela. Ocho tentativas de copia de una misma escena.

 

La copia más original

Girbent disfruta en ese terreno fronterizo entre la pintura y la fotografía, pues sus lienzos, de lejos, parecen fotografías. Sin embargo, al acercarnos, podemos observar el trazo, la materia. De cerca podemos apreciar que son obras vivas alejadas de lo estático.

Es magnífica la sensación que se tiene durante los primeros segundos en los que nos enfrentamos por primera vez a sus cuadros. Rápidamente el deja-vu deja paso al asombro. La escena representada nos resulta familiar y no tardamos en caer en la en la cuenta de que ya la hemos visto antes. Sí, ¡en el cine! Si no es esta imagen exacta, al menos una muy parecida. Casi idéntica. ¿Hay diferencia?

Girbent selecciona y extrae imágenes del cine para realizar con ellas, una vez separadas de su flujo narrativo original, una operación de transfiguración. Así, fantasmas procedentes de un mundo bidimensional adquieren un cuerpo, se convierten en presencias sensuales en medio de la marea digital.Helena Juncosa, comisaria de la exposición y directora del CAC Málaga

La obra del mallorquín se alimenta de la tradición pictórica occidental y del amor al cine. A través de una técnica plástica depurada e impecable, el artista ofrece fotogramas de películas de Jim Jarmusch, Wong Kar-Wai, Jean-Luc Godard François Truffaut. Copias de escenas de aquellas cintas tan emblemáticas del siglo XX que, bajo su pincel o su carbón, sufren ciertas transformaciones.

El rito, 2017

 

Los escenarios y su protagonistas se enredan con los intereses artísticos de Girbent hasta convertirse «en otra cosa». Otras escenas alejadas del plano secuencia que las contenían originariamente. Diferentes niveles de profundidad, diferentes lecturas. Entre el original y la copia, susurros de voces; entre ellas las del filósofo Leibniz recordándonos que no hay en el universo dos cosas iguales.

La Nouvelle Vague al óleo

Esta exposición deja al descubierto los referentes cinematográficos del artista (también los literarios y filosóficos, explicados por él mismo en cada uno de los archivos PDF que acompañan a las obra y que se pueden descargar fácilmente a través de un lector de QR). Entre ellos, imposible pasar por alto el homenaje a Jean-Luc Godard y a François Truffaut, dos de los grandes nombres de la Nouvelle Vague, y a tres de sus títulos más importantes: À bout de souffle (1960), Bande à part (1964) y Jules et Jim (1961)

En la pintura titulada El espacio / El tiempo V vemos a Jean-Paul Belmondo y Jean Seberg (o mejor dicho, a sus doppelgängers pictóricos), actor y actriz de Al final de la escapada de Godard. Iconos de la Nueva Ola compartiendo un espacio interior e íntimo; como “un Adán y una Eva en el paraíso acotado de una habitación, una cápsula-refugio donde es posible reiniciar una vez más el origen del mundo”. En este óleo de grandes dimensiones destaca la luz que baña a ambos y que casi recuerda al modelo atemporal de las anunciaciones que se han repetido a lo largo de la historia del arte occidental, consiguiendo una atmósfera casi metafísica bañada por reflejos y volutas de humo.

El segundo homenaje al director lo observamos en el cuadro Fantasmagoría / La irrupción, en el que se representa el célebre plano secuencia de Banda aparte rodado en el Museo del Louvre, cuando los tres protagonistas del film atraviesan galerías y pasillos a la carrera, tratando de recorrer la pinacoteca en el menor tiempo posible (escena que recreó años más tarde Bertolucci en The Dreamers. De nuevo la copia como expresión original).

Fantasmagoría / La irrupción, 2015

 

Es interesante el contrapunto que ofrecen las pinturas auténticas -desde dentro de la obra- que se observan, inmóviles y enigmáticas, en las paredes del Museo. Tres líneas temporales protagonizadas por estas, por los actores de la secuencia cinematográfica y por el espectador que admira el óleo de Girbent. Espacio, tiempo, cine y pintura; un único hilo.

Truffaut también tiene lugar en el imaginario del artista. Reconocemos con rapidez el fotograma de la película Jules y Jim en el lienzo The race VII  “donde una mujer ataviada de pillo y con el bigote pintado, corre junto a dos hombres por un puente.” De nuevo el trazo difuminado; la representación de la velocidad, del instante que se evapora.

The race, 2020

 

Opus Nigrum: Yourcenar y la alquimia

En medio de esta experiencia sensorial también encontramos un guiño a la literatura francófona en propio título de la muestra. Opus Nigrum es el nombre de una de las obras más reconocidas de la novelista, ensayista, poeta, dramaturga y traductora belga Marguerite Yourcenar, en la que se narran las peripecias de un médico y alquimista llamado Zenó. Girbent asegura que esta novela es para él una obra literaria de referencia.

A la izquierda: El espacio / El tiempo V, 2019. A la derecha: The race VIII, 2020

 

El término Opus Nigrum alude a una vieja fórmula de alquimia que permite la separación y la disolución de la materia original para la creación de otra materia nueva, diferente. Precisamente da nombre a esa transfiguración de los fantasmas luminosos extraídos de las películas llevada a cabo por el artista. Entes puramente visuales que adquieren un cuerpo tangible bajo el pincel o el carbón de Girbent. Sus cuadros se pueden contemplar, en efecto, como un proceso alquímico. Ficción y realidad, lo tangible y lo intangible.

Lo verdadero, lo falso y la copia se entremezcla en un discurso artístico que, como dicen en el propio CAC, a veces no se pueden distinguir.

‘Opus Nigrum’ estará presidiendo la sala central del CAC hasta finales de agosto. No dejéis pasar la oportunidad de visitarla.

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Festival de Cine Francés de Málaga

La Nouvelle Vague

La Nouvelle Vague significó la ruptura con las convenciones del cine tradicional francés. Sus directores cambiaron el rumbo del cine para siempre.

A mediados de la década de los cincuenta, las corrientes cinematográficas europeas competían a duras penas con las superproducciones que llegaban desde Hollywood. Sólo lo conseguían a través del estilo; aportando una nueva mirada en un mundo en el que no era fácil innovar. En aquella época Francia asistía a una serie de cambios políticos, sociales y culturales que propiciaron la aparición de uno de los movimientos artísticos más revolucionarios del cine francés: la Nouvelle Vague.

El fundador de la revista Cahiers du Cinema, André Bazín, lideró este movimiento acompañado de un grupo de intelectuales y críticos de cine que colaboraban habitualmente con la emblemática revista de tapas amarillas. Entre ellos figuraban, todavía inconscientes, algunas de las que serían las personalidades más importantes de la historia del cine: François Truffaut, Jean-Luc Godard, Claude Chabrol o Eric Rohmer -entre otros-. Dejaban ver la efervescencia del momento a través de sus publicaciones en la revista. Rompieron con lo que conocían: negaron la tradición y la vigencia de un cine con el que dejaron de sentirse identificados. Influidos por obras de directores norteamericanos como Alfred Hitchcock y Orson Welles, los chicos de la nueva ola terminaron negando el carácter colectivo del proceso de creación de la película. El cine de autor nació en ese preciso instante en el que el director se consideró único creador de sus obras. El resultado, un cine de corte realista que todavía hoy, 70 años después, se mantiene actual y novedoso.

El inicio del cambio

Para finales de los años 50 y principios de los 60, el manifiesto de la nueva ola francesa pasa de la teoría y del papel a la pantalla. François Truffaut resultó elegido como mejor director por Los cuatrocientos golpes en el Festival de Cannes de 1959, donde también fue proyectada la cinta Hiroshima mon amour, de Alain Resnair. Se consolida así el inicio de la Nouvelle Vague, que inspiró títulos tan emblemáticos como Al final de la escapada (1960) de Jean-Luc Godard, Jules y Jim (1961) también de Truffaut, o La coleccionista (1967) de Eric Rohmer.

Si bien existieron diferentes corrientes dentro de la Nouvelle Vague -unas más experimentales que otras-, todas las películas que surgen del movimiento cuentan con unas características comunes que resultaron totalmente transgresoras. Las cintas destacaban por mostrar una acusada simplicidad y libertad técnica a través de la utilización de cámaras ligeras y cámaras en mano. Los presupuestos eran bastante bajos con respecto a los de las cintas habituales de la industria francesa. Además, redujeron al máximo el trabajo en estudio: exponían su libertad creativa propiciando la improvisación y rodando en escenarios naturales y espacios abiertos.

Iconos de la cultura pop

A menudo, el reparto de las películas lo componían actores y actrices sin demasiada experiencia previa. Anna Karina, Jean-Paul Belmondo, Jean Seberg… caras nuevas que aportaban distinción y acusaban el salto generacional con respecto al cine francés de posguerra. Los actores y actrices que protagonizaron las películas de la Nouvelle Vague se han convertido con el paso del tiempo en auténticos iconos del chic francés y de la cultura pop. En nuestra memoria colectiva flotan imágenes en blanco y negro de sombreros ladeados, cigarrillos humeantes y chicas de pelo corto. Personajes que discuten aspectos de la condición humana durante largos diálogos y muestran su vida cotidiana sin ningún pudor pero de las maneras más insospechadas.

Hay revoluciones que suponen un cambio en la cultura. Sin lugar a dudas, y a pesar de su corta duración, la Nouvelle Vague renovó por completo el lenguaje cinematográfico y marcó la forma de hacer cine de la segunda mitad del siglo XX. Sin embargo, este no fue el único ámbito en el que la nueva ola se hizo relevante. A través de los personajes de sus películas, la juventud francesa del momento encontró nuevos modelos e iconos con los que identificarse y aprendieron a vivir de una forma más espontanea, mucho más libre.

Aun hoy, en pleno siglo XXI, la vieja nueva ola encuentra un hogar en plataformas digitales de cine, permitiendo que nostálgicos y neófitos puedan presumir de buen gusto e intelecto. No se puede ser moderno sin haber visto los clásicos. Aunque sólo sea por eso: larga vida a la Nouvelle Vague.

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